Sucesos

Sepultan a hijo del exdirector de la Policía Ricardo Ramírez del Cid

Compañeros, familiares y personajes públicos le dieron el último adiós al adolescente de 17 años, que fue descrito por sus mejores amigos como 'la alegría del aula' y un joven ejemplar cuya vida segó la violencia.

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19.02.2013

El dolor era inocultable. El último adiós a Óscar Roberto Ramírez (17), hijo del exdirector de la Policía Nacional, Ricardo Ramírez del Cid, fue dado por su familia, amigos y conocidos.

El pasado domingo, el joven que en el momento de su desgracia regresaba de un encuentro deportivo de unas canchas ubicadas entre la colonia Las Hadas y América fue asesinado junto a sus dos guardaespaldas mientras compraban comida en un negocio de la colonia Altos de Toncontín.

Los restos mortales de Ramírez, quien era estudiante de último año en la escuela Del Campo Internacional, fueron llevados desde la funeraria San Miguel Arcángel hasta la iglesia cristiana Impacto en la residencial Ciudad Nueva, para luego sepultarlos en el cementerio San Miguel Arcángel de Las Casitas.

En un emotivo evento cristiano, sus hermanos de la iglesia, como él mismo les llamaba, le rindieron tributo al joven líder que se había convertido en la luz de la familia Ramírez Umaña.

“Hace dos años, en esta iglesia, Óscar, o más bien Bobby, como le conocimos, o Chicken, como era su apodo, hizo su promesa con Jesús y lo aceptó como su único Salvador, hoy recuerdo que esta familia lo trajo y le dio la oportunidad de ser luz para otros”, recordó su líder espiritual.

Agregó que “hemos de recordarlo con ese espíritu alegre, como el joven que a pesar de sus defectos y debilidades luchó día a día por seguir los pasos de Jesús, por seguir su mandato”.

Ramírez participaba activamente en un grupo juvenil de esta congregación donde se ganó el cariño y admiración de los pastores.

“Óscar sabía que Dios nunca se separaría de él y hasta en el último momento supo que si algo le pasaba era porque Dios tenía el mando y control de su vida y que su vida era destinada para proclamar la grandeza de Dios”, comentó el religioso.

Amigo real

A su sepelio asistieron también varios de sus amigos y compañeros de estudio, quienes lo recordaron como un alumno ejemplar y solidario.

“Bobby me enseñó muchas cosas, me enseñó valores en mí que ni yo mismo sabía que existían; caminaba por los pasillos de la escuela y recordé que al entrar al salón de clases siempre nos llenaba de alegría”, dijo uno de sus compañeros.

Añadió que “él era mi mejor amigo, el día de su muerte lo llamé muchas veces y conversamos mucho; lo extrañaré, pero yo sé que algún día nos volveremos a ver; usted tuvo un gran hijo, don Ricardo”.

El amor también fue uno de los muchos valores que “Chicken” compartió hasta en los últimos días con su familia y sus amigos.

“Nos reunimos el 14 de febrero, el día de la amistad, yo miraba aquel montón de flores y peluches y pensé que no tenía nadie que me quería, pero ahí estaban mis amigos y Bobby me enseñó ese día y me dejó bien claro que tenía su cariño y amistad”, relató una de sus amigas.

Pasiones

Además de ser un joven entregado a plenitud a su congregación cristiana, Ramírez era fanático del deporte y de la música.

“Recuerdo cómo nos divertíamos en su casa cuando jugaba el Motagua, que era su equipo, pasábamos horas jugando Fifa, le gustaban mucho los videojuegos”, señaló otro de sus amigos.

Agregó que “llevaba una guitarra al salón de clases, tenía muy buena voz, le gustaba la música de los Beatles, nos hacía reír durante los recesos, era una buena persona, nos pegaron donde más nos dolía”.

Óscar Roberto Ramírez murió tras recibir cuatro impactos de bala
durante un supuesto asalto que se produjo la noche del domingo en la colonia Altos de Toncontín, cuando compraba comida en un restaurante ubicado en ese sector de la capital hondureña.

Dos agentes especiales Cobras que lo custodiaban también perdieron la vida a manos de unos diez hombres fuertemente armados, supuestamente mareros, que ingresaron al negocio unos diez minutos después de la llamada del joven y los uniformados.