En la lista de 35 altos oficiales a los que la Secretaría de Seguridad les concedió un “retiro honroso y voluntario” se encuentran elementos cuestionados por acciones irregulares.
Esto implica que estos elementos gozarán de prestaciones y jubilaciones sin que se hayan terminado las investigaciones o procesos administrativos disciplinarios para probar las supuestas anomalías que habrían cometido.
Entre los 35 efectivos que rompen su vínculo laboral con la Secretaría de Seguridad se encuentran los comisionados de policía Luis Salvador Aguilar Mazzoni, Abraham Figueroa Tercero y Héctor Rolando Suazo Rivera, quienes debieron ser expulsados de la institución en 2012 por haber reprobado la prueba del polígrafo.
En el caso de Luis Salvador Aguilar Mazzoni, exjefe de Personal de Seguridad, este había sido suspendido en 2012 por haber autorizado el pago de salario a un expolicía que estaba preso y a quien se le investigaba por la muerte del periodista Alfredo Villatoro.
Enriquecimiento ilícito
También figuran entre los oficiales retirados al menos tres comisionados que el Tribunal Superior de Cuentas investiga por enriquecimiento ilícito.
La Dirección de Investigación y Evaluación de la Carrera Policial (DIECP) remitió al TSC los expedientes de estos dos elementos porque encontró indicios de tener fortunas cuyo origen se desconoce.
A uno de estos comisionados se le detectó que no justifica 5.8 millones de lempiras.
La Secretaría de Seguridad anunció el martes pasado que había aceptado la petición de retiro voluntario y “honroso” de 35 oficiales, como directores generales, comisionados generales y comisionados de policía y justificó que habían dado “importantes aportes” dentro de la Policía Nacional, según un boletín de ese despacho ministerial.
“Fortalecimiento”
Los policías que pidieron la baja egresaron de la segunda, tercera, cuarta, quinta, sexta y novena generación, por lo que a muchos les faltaban de 3 a 6 años para terminar los 35 años de servicio.
Con el retiro de estos policías la Secretaría de Seguridad logra un “fortalecimiento del talento humano” de la institución, dice el comunicado.
También se argumenta que la aceptación de retiro es “para (que) las nuevas generaciones que forman parte de la Policía Nacional ejerzan el liderazgo de mando y control”.
La cúpula de la Policía Nacional pertenece a la quinta promoción, generación de la cual se van en calidad de retiro 10 comisionados de Policía.
Pero también se retiran 16 altos oficiales de la segunda a la cuarta promoción, es decir que tienen mayor antigüedad que sus jefes policiales que tienen menor rango.
El acuerdo entre Seguridad y los policías implica que a los 35 efectivos se les darían prestaciones laborales o su jubilación directa. Este último aspecto ni fue detallado por la Secretaría de Seguridad.
Otros policías que pidieron su retiro son el director general, Salomón Escoto Salinas, exdirector de la Policía Nacional; y los comisionados de Policía Marcos Arnold Herrera, Víctor Montoya Andino y Rodolfo Alejandro Cálix, que egresaron de la segunda promoción.
