Sucesos

Matan a pareja; cuatro niños huérfanos

Los jóvenes padres indicaron a los pequeños que regresarían pronto, que debían esperar en la casa y no salir de la vivienda porque podrían perderse en el terreno de ocho manzanas de la propiedad que cuidaban.

08.10.2012

Con solo nueve años tuvo que cuidar a sus tres hermanitos menores toda una noche porque sus padres nunca regresaron, tras salir a buscar comida para peces en una finca en la colonia El Paraíso de Cofradía, adonde residían.

A las 3:00 de la tarde del viernes pasado, Óscar Bautista Carranza (27) decidió ir en busca de comején en compañía de su esposa Jéssica Carolina Gómez Bautista (29), dejando en una vivienda de la finca a sus cuatro hijos de 9, 8, 6 y un año de edad.

Los jóvenes padres indicaron a los pequeños que regresarían pronto, que debían esperar en la casa y no salir de la vivienda porque podrían perderse en el terreno de ocho manzanas de la propiedad que cuidaban.

Los pequeños vieron a sus padres alejarse.

Las horas transcurrieron y la hija mayor de la pareja se impacientaba ante la demora de sus padres, especialmente cuando escuchó cuatro detonaciones en los alrededores.

La noche cayó y ante la ausencia de sus padres, la pequeña de nueve años asumió la responsabilidad de madre, cuidó de sus hermanitos y les preparó tortillas con quesillo para que comieran.

Los cuatro menores se acostaron llenos de temor porque era la primera vez que sus padres los dejaban solos en la propiedad.

El bebé de un año no paró de llorar, esperando ser amamantado por su madre, mientras su hermanita mayor hacía intentos desesperados por poner algún alimento en su boca.

La mañana del sábado, la mayor de los hermanitos salió a buscar ayuda a una propiedad cercana y junto a la vecina comenzaron a marcar el teléfono de su padre, que timbraba pero no era contestado, por lo que decidieron dar aviso a la Policía.

A las 10:00 am del sábado, una patrulla policial llegaba a iniciar las labores de búsqueda de la pareja desaparecida.

Aproximadamente a las 10:45 am, los cadáveres de los esposos eran encontrados en una hondonada, a unos 10 metros uno del otro.