“Escuché un pop, pop, pop, pop. Me asusté, no es frecuente que asesinen de esa manera a una persona en Houston. Cuando ella recibió los disparos cayó al suelo y eso fue todo”, relató Nancy Durbin a medios de la ciudad de Houston, donde el pasado martes fue asesinada la hondureña Merly Yolibeth Pérez Orellana (24).
La joven salió del país en el mes de julio de 2013, junto a su hija de apenas seis años.
Desde que Yolibeth llegó a Estados Unidos se estableció en Houston en la casa de sus primos. Buscaba trabajar para darle un mejor futuro a su hija, pero sus sueños se apagaron por las balas asesinas de un desconocido que la mató sin piedad.
El martes a las 3:20 pm, la hondureña caminaba por la cuadra 3400 de Rockyridge, iba rumbo a la escuela Emerson, donde estudiaba su hijita. Ya era la hora de la salida y como todos los días, se disponía a recogerla.
“Escuché los disparos, el cuerpo de la mujer estaba frente a una casa en la calle de la escuela primaria Emerson. Salí y vi a un montón de niños gritando. Entonces llamé al 911, pero cuando la Policía llegó ya era demasiado tarde, la mujer murió en el lugar”, explicó James Durbin a los medios de comunicación de Houston que le han dado gran cobertura al caso.