Sin una ceremonia llena de amigos y familiares fueron despedidos hoy 32 hondureños que ocuparán su nueva morada en el cementerio Divino Paraíso de Comayagüela.
Sus cuerpos inertes descansaron por varias semanas en la morgue del Ministerio Público de la capital de Honduras, sin que nadie se presentara a reclamarlos.
Este sábado, alrededor del mediodía, los cadáveres correspondientes a 10 adultos, entre hombres y mujeres, 17 fetos y cinco recién nacidos, fueron sepultados finalmente en el camposanto público.
Inicialmente eran 13 los adultos que serían inhumados; sin embargo, a última hora, tres de ellos fueron reclamados por sus respectivas familias.
El resto de los cuerpos, introducidos en bolsas plásticas, fueron lanzados en la fosa común cavada por una máquina.
Previamente se realizó un breve oficio religioso a cargo del sacerdote Ibis Ordoñez como un último adiós a todas estas personas que murieron como producto de la violencia en Honduras, informó el Ministerio Público.
'Oraremos para que este tipo de episodios se repitan cada vez con menos frecuencia en nuestra Honduras', indicó el organismo en un comunicado.
Medicina Forense realiza los entierros masivos de cadáveres cada tres meses.
Honduras encabeza los índices de violencia de la región y el mundo, con 82.1 homicidios por cada 100 mil habitantes.
