Sucesos

EE UU ayuda a combatir trata en Honduras

Honduras es uno de los pocos países que cuenta con una Ley contra la Trata de Personas, en la que contempla severos castigos en contra de los que se dedican a cometer el ilícito.

26.01.2013

El gobierno de Estados Unidos a través de la Oficina de Control y Combate a la Trata de Personas del Departamento de Estado, consciente de la urgente necesidad de enfrentar el flagelo de la trata de personas, donó 750 mil dólares, equivalentes a 15 millones de lempiras.

La contribución económica servirá para la implementación de un programa orientado a combatir el ilícito a través de Comunidades Globales. El programa Apoyo Institucional contra la Trata de Personas, (SICTE por su sigla en inglés), es el segundo esquema contra la trata de personas que Comunidades Globales implementa en Honduras, con fondos del gobierno de Estados Unidos de América.

Lisa Kubiske, embajadora de Estados Unidos en Tegucigalpa, recordó que el presidente Barack Obama declaró este mes como el mes de la prevención de la esclavitud y la trata de personas.

Las Naciones Unidas define la trata como la acción de captar, transportar, trasladar, acoger o recibir personas por el uso de la fuerza u otras formas con fines de explotación.

“En esencia, es una forma de esclavitud moderna que despoja a sus víctimas de su libertad y dignidad. Y por ende en Estados Unidos estamos trabajando con los ciudadanos y entidades de gobierno alrededor del mundo, incluido Honduras, para crear conciencia de los peligros de la trata de personas y ayudar a ponerle fin a esta horrible práctica”, dijo Kubiske. Esta es una causa humanitaria pero también es una causa de seguridad, para ponerlos en palabras muy simples, prosiguió la diplomática.

“En general el problema es desalentador, mundialmente alrededor de 27 millones de mujeres, hombres jóvenes y niños son víctimas del esclavismo moderno y esta explotación ocurre cada día en nuestras ciudades, pueblos y en las comunidades rurales conforme los tratantes se aprovechan de las vulnerabilidades de los hondureños que buscan una vida mejor”, enfatizó.

Recordó que la trata de personas “destroza familias, socava comunidades, crea infidelidad y amenazas el estado de derecho. También incrementa la inseguridad y la corrupción, conforme a las organizaciones criminales que utilizan sus diferentes redes para expandir las actividades ilícitas e incluir el tráfico ilícito de migrantes”.

En Honduras existe una Ley contra la Trata de Personas, lo cual no es suficiente para combatir el flagelo en Honduras.

“Insto al gobierno que tiene que implementar las provisiones según la ley y eso incluye proporcionar el financiamiento al igual que enjuiciar y condenar a aquellas personas que están involucradas en la esclavitud moderna y ayudar a las víctimas de los tratantes con prevención”, concluyó Lisa Kubiske.