El retorno de la paz se ha convertido en un anhelo colectivo en el país.
Y es que los actos de violencia tiñen de sangre cada día el suelo catracho.
Los sampedranos, en un acto de amor y solidaridad por la tierra que les vio nacer, decidieron participar en una marcha para exigir el cese de las muertes violentas.
Unas 3,000 personas se enlistaron para acudir a la marcha por la paz que promovieron las autoridades de la iglesia católica en la ciudad industrial.
En la caminata participaron niños, jóvenes y adultos para expresar su descontento ante la falta de seguridad que se vive a nivel nacional.
Unos vestidos de blanco y otros con carteles con leyendas como 'quién hará justicia por nuestro jóvenes asesinados y masacrados' y 'no solo las balas quitan la paz, también el aumento de la canasta básica, energía y combustible', centenares de sampedranos desfilaron por las principales calles de la ciudad.
La marcha inició cerca de la 1:30 de la tarde a inmediaciones del colegio María Auxiliadora.
Al llegar a la catedral de San Pedro Sula, los presentes además entonaron cánticos y apreciaron las presentaciones de grupos de danzas folclóricas.
También participaron en un momento de silencio por todas las personas que han sido y son víctimas de violencia.
Monseñor Rómulo Emiliani dijo que con este encuentro buscaban expresar el dolor e indignación del pueblo.
'Queremos expresar nuestro dolor, nuestra angustia y desesperación por tanta sangre derramada', dijo el religioso.
De acuerdo con Emiliani, 'esta es la forma en que la iglesia protesta, y de solidarizase con los familiares de los muertos'.
El obispo también invitó a los sampedranos a construir la paz.
'Tienen que vivir mucho más la presencia de Jesucristo el Señor, tenemos que promover la paz y para eso debemos ser nosotros mismos los constructores de la paz, también debemos vencer el miedo, hablar y protestar, no podemos seguir en una actitud pasiva, no podemos seguir callados', expresó Emiliani.
Lavinia Arriola, coordinadora del grupo eclesiástico en la parroquia La Santísima Trinidad de Chamelecón, informó que 19 iglesias de la comunidad participaron en la marcha.
'Ya no nos sentimos seguros en ningún lado, eso nos motiva a venir a pedirle al Señor que nos escuche porque necesitamos paz', expresó Arriola.
El delegado de la misma parroquia, Enrique Carranza, también expresó su indignación por los tiempos que se viven.
'Pedimos un alto a la delincuencia, que la policía se active para que a este país llegue la paz y cese la criminalidad; la violencia nos tiene tensos a todas las familias hondureñas', dijo Carranza.