Sucesos

Calcinadas encuentran a tres personas dentro de vehículo

Los cuerpos corresponden a dos primos secuestrados ayer en Siguatepeque y una fémina aún no identificada.

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30.09.2013

Eran alrededor de las 3:30 de la madrugada y la ciudad dormía. Pero en el mirador cercano al Estadio Nacional el horror se paseaba impunemente.

Criminales asesinaron de múltiples puñaladas a dos comerciantes y a una mujer, rociaron sus cuerpos con gasolina y luego les prendieron fuego en la paila de un pick-up la madrugada de ayer en El Mirador de El Birichiche, calle que conecta al Estadio Nacional con la colonia El Prado.

A las 3:30 de la madrugada, en el Cuerpo de Bomberos recibieron una llamada telefónica, informándoles que un vehículo ardía en llamas en el sector, por lo que varios elementos se movilizaron de inmediato para atender la emergencia.

Tras llegar al lugar procedieron a sofocar el fuego, pero luego confirmaron que sobre la paila yacían los cuerpos calcinados de dos hombres y una mujer amarrados de pies y manos, por lo que llamaron a la Policía.

El vehículo es un Toyota 3.0, cabina sencilla, color gris, con placas PAW-8738 propiedad de uno de los fallecidos, según confirmó la Policía.

El perito forense y el fiscal de turno del Ministerio Público, así como equipos de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) realizaron el reconocimiento legal, pero no lograron identificar a los fallecidos, por lo que fueron trasladados a la morgue en calidad de desconocidos.

Según el dictamen preliminar del perito forense, los infortunados murieron de múltiples heridas de arma blanca (puñal) localizadas en el pecho, espalda y en otras partes del cuerpo.

Dos comerciantes

Familiares de los dos varones se presentaron en horas de la mañana a la morgue capitalina y confirmaron que eran comerciantes, ambos primos hermanos, originarios de la zona sur del país.

Uno de ellos fue identificado como Santos Elí Cerrato Baca, de 35 años, propietario del automóvil, oriundo de Pespire, Choluteca, con domicilio en Siguatepeque, Comayagua, y quien se dedicaba a la venta de artículos electrodomésticos y muebles.

El segundo respondía al nombre de Santos Enoc Baca Fúnez, de 38, también originario de Pespire, residente en Villa El Porvenir, en el valle de Amarateca, Distrito Central.

Un familiar confirmó que él se dedicaba a la venta de productos de achinería en diferentes lugares de la zona central del país.

Mientras tanto, el cadáver de la mujer no había sido identificado, pero según la Policía tenía una edad aproximada de 20 a 25 años.

Un pariente de Santos Elí, quien prefirió no identificarse, relató que él salió el domingo en horas de la madrugada hacia el departamento de Olancho a realizar unos cobros y al regresar se fue para Amarateca a recoger a su primo.

A las 2:00 de la tarde se vinieron para la capital, supuestamente uno de ellos a buscar a una mujer, pero luego se regresaron, porque dijeron que ella “los dejó plantados”.

Entre las 5:30 y 6:00 de la tarde volvieron a la capital y creen que esta vez se encontraron con la fémina.

A las 10:00 de la noche, un pariente se comunicó por teléfono con ellos y le manifestaron que estaban en el bulevar Morazán.

La última comunicación telefónica que la familia tuvo con ellos fue a las 12:00 de la noche. A esa hora dijeron que estaban en un salón de billares del barrio Villa Adela y después no se volvió a saber nada sobre su paradero.

La Policía presume que de ese lugar pudieron haber sido raptados, luego los amarraron, los llevaron en el mismo automóvil hacia el sector de El Mirador, cerca de la colonia El Prado, donde los asesinaron a cuchilladas, rociaron los cuerpos con gasolina y les prendieron fuego.

Una fuente ligada a los cuerpos de investigación policial reveló que uno de los fallecidos estuvo preso hace 18 años por suponerlo responsable del delito de homicidio, mientras que el otro por un accidente de tránsito que dejó tres personas muertas.

Hipótesis

La Policía investiga varias hipótesis en torno al triple crimen. Una es que los criminales vieron que los comerciantes portaban bastante dinero, buenos teléfonos celulares y otras prendas de valor que portaban, por lo cual les habrían quitado la vida.

Además, los cuerpos de investigación tratan de establecer si la fémina es la que vinieron a buscar a la capital o si la asesinaron por haber visto cuando los raptaron y los ultimaron.

Los restos mortales de los dos primos hermanos fueron retirados de la morgue en horas de la tarde y trasladados a Nacaome, Valle, donde residen los familiares.