La niña, que ingresó de emergencia al Hospital Escuela en horas de la tarde con graves heridas en la cabeza, pereció tras ser impactada por un proyectil sin rumbo disparado por un desconocido, mientras ella jugaba tranquilamente.
La desconsolada familia llegó hasta el centro asistencial capitalino con la esperanza de salvar a su pequeña, sin embargo, la bala perdida acabó con los sueños de la pequeña identificada por sus apellidos Montoya Reyes .
La física no se equivoca: todo lo que sube tiene que bajar y las balas perdidas siempre cobran víctimas inocentes.