Sucesos

Investigan venta de drogas en masacre del Reparto por Bajo

Cuatro fueron las víctimas mortales de la masacre ocurrida la noche del martes en el barrio Reparto por Bajo. Seguridad tiene como primera hipótesis la pelea de territorio para la venta de alucinógenos

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11.07.2018

TEGUCIGALPA, HONDURAS

Un posible pleito entre pandillas por el dominio de barrios enteros y las zonas para distribuir drogas es la principal hipótesis que se deriva de la masacre ocurrida el martes por la noche en el barrio Reparto por Bajo, según la Policía Nacional. En el hecho sangriento perdieron la vida cuatro personas, tres de ellas menores de 25 años y un adulto de 55 años de edad, todos residentes en la colonia donde se consumo el mortal ataque.

La versión contada por los vecinos del lugar es que un vehículo -sin precisar el modelo ni color- ingresó por la calle principal de El Reparto a una velocidad moderada, procedente de la zona del mercado San Pablo.

Llegaron en un vehículo
En el momento que transitaba por la terminal de buses y donde también funciona el punto de taxis hacia el centro de la capital, el carro se detuvo y de este se bajaron varios sujetos armados con fusiles y dispararon a todas las personas que estaban sentadas bajo la caseta de la terminal.

Algunos de los allí presentes salieron corriendo para evitar la lluvia de balas, sin embargo, fue imposible, los proyectiles disparados por los sicarios alcanzaron a todo aquello que se movía. En la escena cayeron fulminados los jóvenes Steven Joel Aguilera Valladares, de 18 años de edad, y muy cerca de él quedó abatido David Fernando Ferrera Martínez, de 20 años, mientras que alrededor de los dos ya fallecidos quedaron tirados en el pavimento tres hombres más.

Histeria colectiva en el lugar
Pasados unos minutos después de la violenta y nutrida balacera, los pobladores de las casas vecinas comenzaron a salir para saber qué había pasado y contra quién fue el ataque.

La histeria se apodero de muchos. Los familiares se tiraron sobre los dos cadáveres y otros intentaban auxiliar a los tres heridos. Luego de unos minutos de nerviosismo, familiares subieron a un carro particular al joven identificado como Kevin Alexander Almendares Torres, de 23 años, pero al ser ingresado al Hospital Escuela expiró.

Igual suerte corrió Carlos Antonio Martínez Castellanos, de 55 años de edad, quien fue llevado en una ambulancia del Cuerpo de Bomberos hasta ese centro asistencial, pero murió horas después.

Contaron sus familiares
Doña Gladys Torres, madre de Kevin, contó a EL HERALDO que “él acababa de salir de la casa a comprar tortillas”. Dijo que era soldador de obra civil y ahorita estaba trabajando en una empresa de ese rubro.

Entre tanto los parientes de Fernando dijeron que él se desempeñaba como conserje de un bufete que funciona en el centro de la capital y que también iba a comprar unas golosinas para cenar, ya que acababa de llegar del trabajo.

Mientras que los deudos de Steven se limitaron a decir que se llevaba en su casa y que recientemente estuvo trabajando en la construcción de un tío.

Y por su parte Carlos era el lavador de los taxis del punto Reparto-Centro, donde fueron ultimados. Jaír Meza, portavoz de la Policía, afirmó que “se ha identificado que en la zona pandillas venden drogas, es por ello que no se descarta como principal hipótesis (el pleito por la venta de drogas), pero estamos en el momento de la validación de las evidencias”.