Tic Tac

Shaq Alvarado: 'A los 14 años probé las drogas... era parte del vive”

Roquero de corazón y un enfermo enamorado de la radio
FOTOGALERÍA
23.06.2017

Tegucigalpa, Honduras
Una aromática voz de Jim Morrison -la estrella de The Doors- se alcanza a meter como el humo en la sellada cabina de Rock n’ Pop...

La luz es amarilla opaca y faltan solo algunos minutos para las 12. Hace un rato que Ligth my Fire ha puesto punto y final a Rock n’ Pop Interactivo y sin camisa de fuerza llega él, alma de roquero, enemigo de las caretas, amante de las mujeres, de todas las mujeres, un verdadero perro de la calle.

En realidad se llama Carlos Alberto Alvarado Lobo, pero en el dial nadie lo conoce sino como Shaq Alvarado, de enormes pergaminos en la radio nacional, un tipo con cara de malo que aparenta lo que es: cara de piedra, un cazador furtivo que se declara “en contra del matrimonio”, un don Juan que hace 28 años inició a dominar los controles y las consolas. Un señor de 43 años sincero y espontáneo. Cada respuesta es sinónimo de su autenticidad, principal ingrediente de una personalidad que acapara audiencia en todo el país.

Se te nota que sos un tipo de barrio, Shaq.
Soy “NBA”, compa. “Nacido en Buenos Aires”, donde nos echábamos las potras entre la Escuela Uruguay de Juan Manuel “El Gato” Coello y la Panamá de tu servidor.

¿De qué jugabas?
Yo jugaba de todo...

Mmm... entonces eras malo, porque el que dice que juega de todo no juega de nada... ja, ja, ja

¡No! Fijate que al inicio me gustaba ser portero y la meta eran dos postes de energía. Después jugué de delantero, me gustaba estar a la vigiona, tipo Wilmer Velásquez.

¿Eras terrible?
Una vez me robé un He-Man original que le habían traído a un vecinito, pero mi abuelo (Salomón Calona, QEPD) rápido se dio cuenta y después de pegarme una buena pij... me obligó a devolvérselo al cipote y pedirle perdón.

Disciplina pura, ¿eh?
Gracias a mi abuelo y a mi abuela (Olimpia Valeriano, QEPD) yo no me convertí en un vándalo. Mis padres se separaron y mis abuelos me criaron de una forma rígida, yuca, mano dura, pero ahora se los agradezco porque en esa época andaba heavy.

¿Alguna vez probaste las drogas en ese mundo de la barriada, Shaq?
En algún tiempo las probé, aunque tampoco era de fumar marihuana o echarme coca siempre. Tenía unos 14 años, por ahí, pero nunca compré, solo era parte del vive. Sí, fui más amante del alcohol, aunque nunca bebía los domingos porque el lunes llegaba reventado a la radio.

¿Cómo empezaste a trabajar en las radios?
Estando en el Central Vicente Cáceres me expulsaron en tercer curso, entonces mis abuelos me exigieron que empezara a trabajar para pagar mis estudios.

A los 14 años empecé en la consola de Estéreo Azul y con el sueldo ya tenía para estudiar. A veces trabajaba en la madrugada y a las 6:00 AM me iba al colegio. Ahí inicié como operador.

¿Y tu primera vez como locutor?
En 1990 en la Tic Tac. Y lo hice obligado. Creo que fue un azar del destino, porque a mí nunca me gustó locutar; pasa que Charly Rivera faltó una semana a presentar un programa matutino que era patrocinado y la dueña me exigió presentarlo. Ya te imaginás los nervios, estaba azorrado, bien cag...

¿Lo peor que te pasó mientras locutabas?
Una vez me sentí mal porque empezamos con Francisco Zúniga a hablar de los homosexuales. Ojo, aclaro que no soy homofóbico. En una de esas digo, “qué feo ha de ser besar a otro hombre, guácala”... al ratito tengo una llamada de un homosexual enojado y tuve que ofrecer disculpas, la verdad no lo hice discriminatoriamente.

¿Y alguna oyente te enamoró alguna vez?
¡Uf!, montón. Es que antes que no había Facebook ni nada de redes sociales las chavas se enamoraban de tu voz porque te imaginaban ojos azules, guapo... yo todos los días hacía una cita.

Shaq Alvarado no tiene necesidad de ir a un confesionario. Dice lo que piensa y no se arrepiente. Ha tenido muchas novias, pero “solo me he enamorado como dos o tres veces”; de todos modos, nunca llegará al altar ya que “no creo en el matrimonio”.

Se filtra una nueva canción por los rústicos pasillos de Emisoras Unidas: “Una canción para ti”, de la muy noventera banda colombiana Los de adentro. Y Shaq no tiene bozal: “El matrimonio es como un feudo, por eso si algún día me voy a quedar con una persona será mediante la unión libre”.

- ¿O será que no te gusta el compromiso, Shaq?
- Sí, no me gusta. En mi última relación por eso tuve problemas, porque no me gusta que me fiscalicen tanto.

- ¿Sos mujeriego?
- Es que las circunstancias se han dado. Si estoy soltero y no le doy explicaciones a nadie, a quién le importa. Tampoco es que cuento las mujeres con las que me acuesto.

¿Recordás tu primera vez con una mujer?
A los 14 años cumplí la fantasía de cualquier chavo de esa edad: me acosté con una mujer de treinta y pico.

Era como una licuadora y nunca se me va a olvidar. Me iba a traer a la radio y yo feliz.

¿Y el lugar más raro donde hiciste el amor?
En el parque La Leona me encontraron un par de veces; en carros, azoteas, cabinas de radio, oficinas prestadas, clínicas odontológicas... pero no hay nada mejor que estar en una cama, hermano.

Tenés un buen repertorio. ¿Pero ahora mismo tenés pareja, Shaq?
Ahora no quiero nada formal.

¿Tenés hijos?
No y no me muero por tener un hijo tampoco. Siento que pensar en procrear un hijo es para una persona muy responsable y yo creo que a la fecha soy un irresponsable.

No quiero tampoco andar por el mundo pregonando que tengo 50 hijos y soy un macho, pero con la mitad de demandas por alimentos.

¿Dónde surgió tu amor por la música?
No lo vas a creer pero mi abuela, que no hablaba nada de inglés, escuchaba Creedence, The Doors... era una vieja rockera y a mí me fue gustando. Rock de los sesenta, ochenta, el glam metal.

¿A qué personaje quisieras tener en tu cabina?
Posiblemente a Ian Gillan, vocalista de Deep Purple; Ian Anderson, el vocalista de Jethro Tull. A ellos los admiro mucho y ahí sí seguro que me daría canillera... ja, ja.

¿Nunca llevaste una serenata, compa?
No, jamás. Es que no me gustan las rancheras y además lo miraba cursi. Mejor daba un regalito, una llamada o me iba a las colonias fufurufas, Loma Linda, Florencia, a cortar flores y armaba mi ramo. Realmente tenía una buena paja, porque por físico no creo que les gustaba a las cipotas... ja, ja, ja.

¿Y con el reguetón cómo andás?
¡No!, eso es detestable. Es un adefesio musical, con todo el respeto pero el reguetón y la bachata son muy feas... a pesar de que la gente estigmatiza al roquero como que es juco, peludo, malo, el rock es creado con inteligencia.

¿Te gusta cómo se hace radio en Honduras?
Honduras se ha estancado terriblemente, pero no es tanto por culpa del que hace radio, sino del receptor, porque se conforma con cualquier cosa. A la gente no le gustan los programas de radio producidos sino todo aquellos que se hacen a matacaballo. La recepción no es exigente.

¿Y vos qué hacés para reinventarte?
Escuchar a los de afuera.

¿Te ves haciendo radio por siempre?
Yo creo que sí, es que ya no sé nada más y tengo 43 años y si el día de mañana salgo de acá solo porque sea Shaq Alvarado no es que me van a llover las ofertas; lo bueno es que en la radio podés tener 70 años y seguís locutando si no decime hace cuánto escuchás al Puma Andino, al Tigre Luján, a Carlos Gris.

¿Sos futbolero?
Me llega grueso el fútbol y soy olimpista, hincha del equipo aquel de los años ochenta de Juan Carlos la Rata Contreras, Vicente Daniel Viera, Juan Carlos y Nahún Espinoza. Ahora voy menos al estadio por la violencia y porque el Olimpia de ahora ya no es igual que antes.

¿A favor o en contra de Jorge Luis Pinto?
Al inicio andaba feliz porque lo contrataron, pero ahorita ya quiero que se vaya, que se lo lleven. No le da confianza a la gente ni a los jugadores.

¿Indignado?
No. Siempre dije que detrás de los indignados había algo y ahora todos los promotores andan tirándose para diputados. Ningún almuerzo es gratis, hermano. Los problemas del país no se atacan con marchas ni con antorchas, se atacan siendo proactivos. La gente se queja de la delincuencia, pero compra un celular robado, los hondureños nos quejamos, pero no ponemos de nuestra parte.

Da la impresión que sos un macho sin dueño, sin corazón... je, je, je.
Sí tengo cara de tubo, pero en el fondo soy sentimental, no soy frío. Por ejemplo, cuando mi abuela se murió la lloré como a los dos días y le di gracias a Dios porque dejó de sufrir. Igual cuando mi abuelo murió vine a trabajar a los dos días. No tengo el corazón duro, pero la vida sigue

Tags: