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Las deidades que le dan paz a los japoneses

Los habitantes de Japón no se enfocan en una sola religión, ellos creen en aquello que les permite tener una vida plena

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13.04.2019

JAPÓN.-Dos perros musculosos con forma de león resguardan la entrada de los tempos budistas y sintoístas en Japón. Los animales se ven imponentes, protectores y de inmediato los visitantes de los complejos religioso se dan cuenta que detrás de ellos hay una milenaria historia, ya que están en cada puerta.

Estos animales son conocidos como Shisa, siempre hay dos en cada templo, el macho y la hembra, el primero está con la boca abierta porque aleja a los malos espíritus y el segundo con la boca cerrada, para mantener a los buenos espíritus.

Hablar de religión en Japón no es complicado, porque cada quien decide en qué o en quién depositar su fe, puede ser en aquello que le dé seguridad o que simplemente le sirva de aliento para hacer las cosas bien. Cuando una persona llega a este gran país se da cuenta que la religión no es algo que ocupe mucho a los japoneses, pero sí guardan una ancestral cultura de creencias y reverencias a los seres considerados supremos.

El cristianismo y el catolicismo poco se profesan en ese lado del mundo, aquí imperan las religiones del budismo y sintoísmo. El budismo está basado en Buda, que más que una religión es una filosofía de vida, es decir la sabiduría del entendimiento y pensamiento correcto.

El sintoísmo o shinto, es una religión originaria de Japón, que se basa en la creencia de miles de dioses que la propia gente se crea. Se dice que en el sintoísmo no hay libros sagrados y hay hasta ocho millones de dioses.

Hace falta llegar a estos impresionantes lugares para conocer y sentir de cerca la cultura religiosa japonesa, donde impera la paz, el respeto a lo sagrado y la reverencia a la armonía. El primer paso que dieron los integrantes del programa Juntos 2019 de Japón después de aterrizar en el aeropuerto internacional de Narita fue visitar el tempo Shinshoji, que data del siglo X.

Los japoneses creen en las predicciones y la suerte, esta se puede descubrir en tablas que se encuentran en los templos.

Experiencia
Masatoshi, un experimentado historiador y guía del programa Juntos,
explicó que existen los dioses del sol, del fuego, del agua, del aire y hasta un jugador de fútbol puede ser considerado supremo para quienes profesan el sintoísmo.

El templo Shinshoji permite conocer parte de los secretos de los ritos religiosos japoneses, donde se conjugan lo divino con la naturaleza, la mitología con la realidad y la esencia de las deidades.

Después de subir unas escaleras, los visitantes se topan con una pagoda de tres pisos. Las pagodas son torres de hasta cinco niveles que se encuentran en todos los templos religiosos de Japón, estas se relacionan con el budismo y dentro de ellos se guardan objetos religiosos.

En Asakusa, Tokio, se ubica el templo Sensoji, es el santuario budista más antiguo de la capital de Japón y el más visitado por miles de personas.

En la Segunda Guerra Mundial esta estructura fue bombardeada y destruida, pero luego la reconstruyeron y ahora es símbolo de la paz y renacimiento del pueblo japonés.

Al solo llegar al templo los visitantes se encuentran con una caldera de incienso llamada kouro. Según el budismo, el humo del incienso purifica el cuerpo y hasta alivia muchos dolores.

EL HERALDO, como parte del programa Juntos, también llegó a Kioto, donde también conoció el maravilloso templo Kiyomizu-dera, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Su significado en japonés es templo del agua pura y su edificio principal está construido de madera, a la cual no se le insertó un clavo para sostenerlo.

En Japón, antes de entrar al templo, la gente se lava las manos y la boca para purificar el cuerpo.

Caminar por este lugar es una experiencia inolvidable, porque en cada esquina se encuentran representativos monumentos de la mitología nipona, una exuberante vegetación, se escucha el agua que baja de la montaña hasta llegar a los tres chorros de la cascada Otowa no taki, y aquí la gente la toma para limpiar tanto el cuerpo como la mente.

La gente hace fila para tomar de esta agua, porque da longevidad, buenos resultados en el estudio y una vida llena de amor y suerte.

En cada templo japonés hay rituales donde al depositar una ofrenda la gente puede saber qué le depara el futuro, cómo estará con el amor, los negocios y los estudios.

También hay amuletos para la buena suerte, contra enfermedades, contra accidentes de tránsito y para el amor.

Las fuentes o pilas de agua con recipientes se encuentran en las entradas de los templos, estas aguas sagradas permiten purificar el cuerpo mediante rituales que puede realizar el visitante.

Los japoneses suelen visitar estos lugares religiosos con mayor frecuencia una vez al año, cada 1 o 2 de enero, para rogar por salud y prosperidad.

La religión en Japón está ligada con la belleza arquitectónica de sus templos, con las ancestrales creencias y con la paz interior de su pueblo