Siempre

Sara Burdet la invasión del horror

Hoy publicamos el relato que resultó ganador del certamen literario auspiciado por la carrera de Letras en la UNAH-VS en 2018

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05.01.2019

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Hay una presencia escondida, al acecho, terrible. Su nombre es Mara. Así comienza el cuento que publicamos hoy, cuyo horror se incrementa porque está contado como una confesión escrita apresuradamente en un diario, antes del momento final.

Leyendo este relato asistimos a lo que puede ser el acoso de un ente extraño, demoníaco, a los momentos en que invade un alma para asesinarla, o el simple delirio de una jovencita. Realmente no importa si es una u otra cosa, al final el horror de la protagonista es real.

Y todo el relato está impregnado de la inocencia con que ella ve los hechos, de esa especie de ingenuidad que impide a los niños percibir el peligro –una indefensión que aterra a los adultos– hasta que se revela totalmente, demasiado tarde. Al final de este cuento hay una sombra que nadie quiere ver acercarse.

las imágenes que acompañan el texto son del húngaro István Sándorfi. Cada una de ellas es un retrato hiperrealista del mundo, en cada una de ellas hay una imperfección aparentemente ingenua, pero voluntaria. Esta presencia genera una extrañeza parecida al miedo.

Mara 3 de enero
Mara cree que no la noto, pero ahí está, escondida bajo mi cama, detrás de mí, siempre está.
Mara me acompaña a donde vaya, en silencio. Pero es la única que me entiende, es mi mejor amiga y siempre lo será. Ella sabe todo sobre mí y está bien porque ella nunca dice nada a nadie, me ha enseñado que es mejor el silencio porque a los demás les gusta el silencio.
Mara quiere que no me aleje de ella, odia ser reemplazada y la entiendo, por eso me aparto del resto.
¿De dónde salió? No recuerdo, pero es la única que no me deja sola. ¿Todos los demás? Me fallan, pero ella no, ella es la única que me ama, los demás me ven como una molestia.

6 de marzo
Mara se ha vuelto mala conmigo. No me deja dormir, me habla toda la noche y es frustrante, tampoco me deja leer o estudiar, siempre me pregunta:
–¿Para qué haces eso? Si total vas a fracasar –lo dice con seriedad y me mira de manera intimidante por largo rato hasta que suspiro y cierro mi libro. Ella sonríe triunfal y me dice:
–Estás cansada, ve a recostarte.
Y yo, resignada, le respondo:
–Tienes razón, no quiero hacer nada.
Entonces Mara se recuesta conmigo y me cuenta historias, todas con final trágico, y pienso “la vida es horrible”, porque Mara sabe mucho de la vida.

8 de marzo
Mara tampoco me deja en paz cuando como, ella suele sentarse a mi lado y decirme que no tengo hambre y, de repente, no la tengo. Ella es una maga, una experta en sugestión, la admiro por eso, pero también le temo.

Cuando me deja dormir, está en los sueños, pero en ese mundo irreal y extraño, ella es cruel y violenta. Me pega, me duele mucho. Puedo ver cómo con su risa melodiosa se trastorna y se burla de mí. A veces me asesina sin piedad y lo único que me dice es:
–Es lo que mereces, no vales nada.

Me despierto temblando, con el corazón acelerado y unas terribles ganas de llorar. Mara no está. Ha desaparecido por arte de magia, entonces lloro. Lloro porque estoy sola y asustada, porque no quiero morir, pero Mara sí, ella dice que la muerte es el fin del dolor y que al final nadie se va a acordar de nosotras.

Ya no es mi amiga, se ha convertido en mi tortura. Ya no me deja hacer nada sin ella, está unida a mí, nos hemos vuelto una sola, ya no tengo un momento de paz, siento que me ahoga cada día más. Quiero gritar y llorar, pero tengo miedo de que nadie me crea, que no me ayuden, no puedo hacer nada más que rendirme ante ella, me tiene entre sus garras. Necesito ayuda.

2 de abril
Ya no soy solo yo, es ella también, estamos unidas totalmente, no me reconozco y ya no sé dónde acabo yo y termina ella. Somos un fantasma de lo que éramos, ya no somos una persona. Alejamos a todo el mundo, estamos aisladas dentro de este cuerpo que ya no es mío, es de Mara.

26 de abril
Nos movemos en el mundo como zombis, ignoramos a todos y ya no le vemos el propósito a la vida, solo estamos ahí pero no vivimos, no reímos, somos una bomba a punto de explotar y de autodestruirnos, solo esperamos a que pase, no hay nada más que hacer.

1 de junio
Listo, Mara me calló y ya no lucho, hago lo que ella me dice, ya no somos las dos, ahora solo es ella. Ya me cansé de pelear contra ella. Puede sonar derrotista, pero ella es demasiado fuerte para mí, me asusta de lo que pueda ser capaz. Mara me amenazaba mucho con herir a mi familia, entonces decidí rendirme y ahora ella tiene el control. No sé qué planea, pero sé que no es bueno.

3 de junio
Me quiere muerta, lo sé, la oí mientras dormía. Me va a matar esta noche y mientras escribo esto mis manos tiemblan y no puedo parar de llorar. Tengo mucho miedo, no sé adónde huir, no tengo quién me esconda. Estoy donde todo comenzó, en mi cama llorando como niña perdida. Mis padres no saben nada porque les hice creer que todo está bien, así que me dejaron en paz, no están.

5 de junio
Entró con una sonrisa maliciosa, tengo miedo, no me dice nada, solo me mira. Se acerca hacia mí, no la miro más porque me aterra ver su rostro. No sé qué hacer, ya está cerca, noto la sombra de su brazo levantarse y...