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Comprendiendo el éxito de la saga Star Wars en la taquilla

La saga es un envoltorio fascinante, que esconde una variedad asombrosa de referentes culturales (literarios, cinematográficos, políticos, filosóficos, religiosos…)

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06.01.2018

Tegucigalpa, Honduras
Ninguna saga cinematográfica ha tenido tanto éxito como Star Wars, no solo de público y económico, sino también por el número de películas a que ha dado lugar y su extensión en el tiempo.

Todos coinciden en que es algo más que un argumento cinematográfico, y que las interpretaciones desde distintos ámbitos de conocimiento que permite su guión le otorgan una riqueza de contenido añadida.

El éxito de taquilla que desde 1977 ha acompañado a cada una de las entregas cinematográficas de la saga Star Wars, la explotación exhaustiva del merchandising, la incorporación de frases de las películas al lenguaje popular ( “Yo soy tu padre”, “Que la Fuerza te acompañe”, “Las rebeliones se basan en la esperanza”), han hecho de la saga un fenómeno de la cultura de masas.

Sin embargo, esta idea generalizada entre la mayoría de los espectadores y entre la crítica más hostil contra el universo creado por George Lucas es solo la punta del iceberg de todo aquello que nos ofrece el invento Lucas.

Más allá de las trepidantes escenas de acción, más allá de los espectaculares efectos especiales, más allá del fascinante sentido de la maravilla que revolucionó el cine a finales de los 70, Star Wars cuenta con una variedad inagotable de lecturas, mensajes e influencias culturales que amplifican su contenido y permiten al espectador adiestrado en esas claves comprender la profundidad del iceberg, disfrutando de la espectacularidad del envoltorio, pero sin dejarse cegar por él.

Darth Vader (Anakin Skywalker)es el mejor villano de la historia, solo con verlo aterroriza.

En este sentido, el historiador cinematográfico Michael G. Cornelius define el concepto subtexto como un código que únicamente aparece en las grandes obras de arte, un mensaje que no sustituye el contenido de las películas sino que las enriquece. Según este autor, los espectadores que descifran ese código son capaces de descubrir más mensajes que aquellos que se quedan en lo aparente.

Un ejemplo paradigmático sería el cine de Alfred Hitchcock, con un envoltorio de cine de suspenso, atractivo para el gran público, que esconde profundos elementos de psicoanálisis freudiano.

El mismo juego es el que plantea Star Wars desde su primera entrega: un envoltorio accesible y fascinante para todos los espectadores, que esconde una variedad asombrosa de referentes culturales (literarios, cinematográficos, políticos, filosóficos, religiosos…).

Analizar tanta variedad de subtextos en un solo artículo resulta complicado, pero de entre todos ellos, existe uno que posiblemente podamos considerar como la raíz y el tronco de la saga.

A la mayoría de los aficionados al cine, incluso a la mayoría de los seguidores de la franquicia, el nombre de Joseph Campbell le resultará desconocido. Sin embargo, es un personaje clave para entender el éxito de Star Wars.

Joseph Campbell fue, en la segunda mitad del siglo XX, uno de los máximos expertos en mitología comparada, un erudito que analizó los mitos universales a partir de los estudios de Sigmund Freud y Carl G. Jung, llegando a elaborar una compleja teoría para comprender los mitos, una teoría conocida como monomito.

Según Campbell, todos los mitos creados por el ser humano, independientemente de la cultura de donde surjan, cuentan con una serie de estructuras narrativas comunes, siendo el viaje del héroe el esquema más habitual en estas narraciones.

Foto: El Heraldo

Las potentes naves espaciales que aparecen en la saga son de otro mundo. Sencillamente fascinantes.

La estructura del viaje del héroe estaría formada por una serie de etapas o hitos que el héroe mitológico debe superar para alcanzar su destino. No se trata de un corsé férreo, no es una plantilla fija e inmutable, pero buena parte de los mitos, cuentos de hadas, películas y sueños (como diría Christopher Vogler) se basan en este modelo narrativo.

La influencia de Campbell y su teoría del viaje del héroe en Star Wars resulta evidente. No solo porque investigadores o críticos la hayan descubierto como uno de los subtextos de la saga, sino porque el propio George Lucas lo ha reconocido en múltiples ocasiones.

Tanto la peripecia de Anakin Vader en las precuelas, como la de Luke Skywalker en la trilogía original, están adaptadas a las etapas del viaje heroico. Esta influencia puede detectarse incluso en el personaje de Rey, en la nueva trilogía producida por Disney.

Si aplicamos las etapas del viaje del héroe campbelliano a la saga podemos descubrir que los tres personajes citados aparecen originariamente en el mundo ordinario, la región en donde surgen los héroes de los mitos tradicionales, un lugar carente de aventuras y riesgos, identificado con el ámbito familiar más básico, como La Comarca para Frodo Bolsón en la aventura del anillo único.

La llegada de un heraldo (R2D2, Qui-GonJinn o BB8) les hace adentrarse en el “mundo extraordinario”, aunque con evidentes reticencias iniciales (Luke se niega a acompañar a Obi-Wan, Anakin no quiere abandonar a su madre, Rey intenta regresar a Jakku).

A pesar de este rechazo, los tres acceden a la aventura, se enfrentan con poderosos enemigos, deben superar su propia muerte para aniquilar con ello el ego y renacer como héroes (la escena más evidente de este proceso de muerte-renacimiento es la de Luke ahogándose en el vertedero de desperdicios de la Estrella de la Muerte).

De esta forma podemos identificar a Anakin, Luke o Rey con características muy similares a los antiguos héroes mitológicos. Pero este no es el único referente que conecta Star Wars con los mitos. Los mitemas, o elementos constantes de los mitos, suelen ser un recurso habitual en la saga.

La búsqueda del padre por parte de Luke (obsesionado con su progenitor desde la primera entrega, algo que también descubrimos en la joven Jyn Erso de Rogue One ), le equipara con el intrépido y temerario Faetón, hijo de Helios, el que conduce el carro solar.

La obsesión de Anakin por evitar la muerte de sus seres queridos entronca con la búsqueda de la inmortalidad por parte el primer héroe de la historia humana, el sumerio Gilgamesh; mientras que la caída de la orden jedi podemos identificarla con la desaparición de los idealizados caballeros del rey Arturo y la Mesa Redonda. Por su parte, el enfrentamiento entre Rey y Kylo.

Estos son algunos de los elementos que vinculan Star Wars con la mitología, y lo convierten, no solo en un ejemplo de cine comercial, sino en un auténtico mito contemporáneo. Ciertamente, los mitos surgieron en las sociedades primitivas como narraciones religiosas, pero, como recuerda Carlos García Gual, también podemos encontrarnos con mitos filosóficos, como los ideados por Platón, o mitos literarios, como el ciclo artúrico medieval.

De esta forma, Star Wars sería un intento de ver las formas y los contenidos propios de los mitos tradicionales en una sociedad industrializada y globalizada.

Como resultado, Lucas creó un mito contemporáneo y uno de los iconos más importantes de la cultura popular actual: Darth Vader, el hombre máquina, un símbolo evidente del hombre posmoderno y sus conflictos.