Arpón en mano, tanque de respiración sobre sus espaldas y con rebosante energía de aventurero, Rafael Padilla ama sumergirse en las aguas del Golfo de Fonseca en busca de langostas.
“Es una pesca responsable” aclara el profesional del derecho y presidente de la Barra de Abogados Anticorrupción.
Este explorador, durante su adolescencia y juventud dice que le costaba expresar sus pensamientos, situaciones que pudiera incomodar a las personas, pero reflexionó y ahora dice que antepone la verdad aunque cause heridas.
Con esa franqueza que dice profesar, Padilla responde las preguntas sobre su vida formuladas por EL HERALDO. Y en el cuestionario responde si ha cometido un acto de corrupción.
¿Cuándo decide enarbolar la bandera de la lucha contra la corrupción?
Después de la destitución o golpe de Estado del expresidente Manuel Zelaya en 2009, porque fue un acto violento y nosotros vivimos mucho la injerencia política, yo trabajé en los juzgados como escribiente desde que tenía 20 años y siempre hemos visto la influencia que tienen los jueces. Nosotros teníamos noticias de que a los jueces les llegaban los proyectos de sentencia redactados desde afuera de los juzgados.
¿En sus inicios también reclamó por el nombramiento del primer fiscal general, Edmundo Orellana?
La atribución de nombrar al fiscal general le correspondía a la Corte Suprema de Justicia y cuando nombran a Edmundo Orellana no se había reformado la Constitución y quien lo nombra es el Congreso Nacional y después reformaron la Constitución. Yo trabajé en el mismo bufete de Roberto Zacapa, el abogado que interpuso el recurso de amparo contra el nombramiento del fiscal.
¿Cómo ingresó siendo escribiente a la Corte Suprema de Justicia?
(Respira hondo y se queda pensativo unos segundos)
Ingresé por una... ingresé con una recomendación que me dio Mario Aguilar González, que era nacionalista, se ingresaba a la Corte de manera política, no se ingresa por méritos; bueno, el sistema es perverso en sentido de que no todas las clases tienen acceso al poder.
¿De forma posterior qué otro trabajo logro?
Luego trabajé con el abogado Manuel Acosta Bonilla de 1990 a 1992, y desde octubre de 1993 hago mi práctica privada.
Lo más importante que he hecho es la vocación social y en 2005 tomé la decisión de ir a trabajar con los hondureños inmigrados a Estados Unidos y, entonces, lo que hice allá fue poner una oficina en Manhattan durante nueve meses, recogía a los hondureños y los ponía acá (realizaba trámites de hondureños que tenían diligencias pendientes en Honduras) y la idea principal era trabajar con los inmigrantes que iban al consulado de Honduras en Nueva York.
¿Tenía licencia para ejercer la abogacía en Estados Unidos?
No, porque solo recibíamos el caso y remitíamos los trámites a los familiares en Honduras, porque cuando uno emigra se va casado y no se puede divorciar, entonces desde el bufete en Honduras se enviaban documentos que se requerían en Estados Unidos.
¿Por qué duró tan poco tiempo ese trabajó en Nueva York?
Cuando iba a repartir tarjetas (de presentación) en el consulado, el cónsul me sacó del consulado políticamente.
¿Qué le dijo el cónsul?
Me dijo que no podía hacer ese trabajo ahí porque ellos hacían negocio con la gente.
¿Quién era el cónsul que le dijo eso?
Un ministro de ahorita (del presente de gobierno), no quiero decir quién, pero me echó la Policía y me fui a trabajar de forma directa con las organizaciones de hondureños. Yo estaba dentro del territorio hondureño por estar en el consulado, me debía proteger y además yo abarataba los costos porque cobraba menos por la facturación de un poder, por una autorización que se cobraba 250 dólares yo cobraba 100 dólares. Me tuve que venir porque los hondureños en Estados Unidos viven muy dispersos y necesitaba más tiempo para consolidar el negocio, y vivir en Nueva York es oneroso.
¿A qué se piensa postular desde el Partido Anticorrupcción de Salvador Nasralla?
A ser diputado del Congreso Nacional, pero todo pasa si se hace un proceso democrático a lo interno del Partido Anticorrupción, que es por lo que estamos luchando; porque como en todos los partidos, en Honduras existe una cultura de caudillismo, en todos los partidos hay tendencias autoritarias y caudillismo. Entonces nosotros representamos, mi grupo y mi persona, la tendencia democrática dentro del partido, la tendencia que quiere hacer transparencia, la que quiera hacer igualdad.
¿Hay autoritarismo dentro del Partido Anticorrupción?
No , lo que pasa es que no se ha definido todo el procedimiento para la escogencia de candidatos.
Si tuviera el poder de tomar una decisión para combatir la corrupción, ¿qué medida aplicaría?
Reformar la Ley Electoral porque es el instrumento menos democrático que hay.
¿Dónde vivió su infancia?
En San Pedro Sula, viví hasta los 10 años, ahí estudié en la escuela que se llama Pablo Mensel y después me vine a Tegucigalpa. Me vine porque a mi papá le dieron el contrato de la construcción de la financiera, mi papá era bien amigo del gerente del banco, don Gabriel Mejía, hicieron el banco, donde es ahora el edificio de la DEI. Mi papá era un arquitecto, entonces le dieron el contrato y nos venimos a Tegucigalpa. Quiero que tome nota que yo tengo cuatro hermanos más, uno que se murió que se llama Juan Fernando Padilla, otra hermana que se llama Julissa Padilla Paz, otra se llama Mónica Padilla Paz y Camila Paz Rodríguez.
¿Cómo es Rafael Padilla?
Bromista, muy alegre y sobre todo muy transparente.
¿Cómo es su relación con su hijo?
Magnífica, yo lo amo y porque lo amo quiero que él sea libre, que tenga un desarrollo integral.
Él nació y yo me separé de la mamá, alguien que es una magnífica mamá, a pesar de que yo no pude hacer vida con ella.
¿Se casaron?
Sí, fuimos casados.
¿Por qué se rompió el matrimonio?
Diferencia de caracteres, aunque yo tengo el mejor concepto de mi exesposa, creo que teníamos diferencias de caracteres irreconciliables.
¿Quién quedó con la custodia de su hijo?
A los dos en realidad, vive muy bien con su mamá y yo lo veo los fines de semana.
¿Ha pensado en rehacer su vida, en volverse a casar?
Uno se rehace todos los días, cuando tú tienes la posibilidad de la libertad, todos los días te rehaces, todos los días es algo nuevo.
¿Pero con un hogar?
Con hogar, con lo que sea, es decir, estoy dispuesto a vivir, la vida es una cosa que siempre te trae sorpresas.
¿Ha cometido un acto de corrupción?
(Eleva la vista y tras exhalar de manera profunda contesta). Corrupción... eh... sí he cometido, sobre todo conmigo mismo. En realidad, aprender a ser franco, a no mentir, son cosas que uno supera. Muchas veces en la vida no sabemos cómo actuar y cometemos errores porque en realidad no sabemos hacer otra cosa, pero cuando yo me convertí en un hombre, pude aprender a decir no y un no mío es un no. Cuando estaba adolescente, cuando tenía 20 años, 30 años me costaba decir no, decir la verdad, herir a los demás, pero luego aprendí que la verdad y la transparencia son la única manera para ser feliz.
¿Ha tenido algún cliente narcotraficante que le ha pedido que lo defienda?
No.
Si viniera un narco para que lo defendiera, ¿cómo lo recibiría?
Lo escucharía y le diría que no lo puedo ayudar, nosotros como abogados tenemos la responsabilidad de secreto profesional, así como los curas, que tienen la obligación de no revelar las confesiones.
¿Y ha defendido algún corrupto?
Creo que todas las personas tiene el derecho a la defensa y le voy a decir algo, que los corruptos no solo hacen actos de corrupción, es decir, si un corrupto tiene varios actos de su vida, no todos son de corrupción, hay actos de matrimonio, herencias y de seguro, he tenido servicios con un corrupto, pero nunca les he defendido en un acto de corrupción. Es incompatible que yo defienda a un corrupto.
¿Cuáles son sus pasiones?
Bueno, soy viajador. Soy cocinero, hago buceo con frecuencia y tengo todos los equipos.
Yo buceo en el Golfo de Fonseca, en la isla de Meanguera .
¿Dónde aprendió a bucear?
En Roatán, allá tengo unos amigos, unos amigos pobres a los que visito con frecuencia, se llama Neptaly Bonifacio, quien es un pescador, y es una de las amistades a las que más honro.
Hacemos inmersiones de 15 pies, de 20 pies en el agua es turbia allá, pero podemos hacer una pesca racional de langosta con arpón, vieiras, ostras y eso lo hago con mucha frecuencia.
¿Qué otras aspiraciones tiene?
Yo he tenido todo, nací en una familia con recursos, tuve una buena educación, tuve la oportunidad de vivir en el extranjero; en Holanda, un año, como parte de un intercambio de colegios, hablo de forma perfecta holandés, inglés y he aprendido francés.