La 'indignación' mundial no cesa y son los jóvenes quienes encabezan este movimiento que nació hace seis meses en la Puerta del Sol.
La semilla sembrada por el francés Stéphane Hessel y acogida por los españoles ha germinado en los cinco continentes.
Los 'indignados' de todo el mundo han tomado las calles de decenas de ciudades para protestar contra los bancos y los políticos, a los que acusan de provocar la crisis de la economía global y condenar a millones de personas al desempleo y la pobreza. 'Indignados' de Oceanía y Asia, Europa y América siguen firmes en sus exigencias.
'¡Un milagro, es un milagro, por fin se despierta la juventud, están diciendo su hartazgo!', clama Eufemiano de Céspedes, de 72 años, eufórico, exhibiendo una chapa con el mensaje 'Justicia social'. En España, la cuna del movimiento, las manifestaciones de los indignados se han calmado, pero no han desaparecido y ahora tras la victoria del conservador Partido Popular, liderado por Mariano Rajoy, en las legislativas del domingo anterior, el descontento social amenaza con crecer bajo el efecto de nuevas medidas de austeridad, en un país que ya tiene casi cinco millones de desempleados.
Es que los recortes iniciados en estos últimos meses en los presupuestos de sanidad y de educación por los gobiernos regionales, especialmente en Cataluña y Madrid, parecen haber finalmente acercado a 'indignados', sindicatos y pequeños partidos.
'Los sindicatos han estado en primera fila en la lucha contra los recortes en la enseñanza, por ejemplo, o en la sanidad', reconoce Manolo Nolla, deseando una 'confluencia' de 'indignados', sindicatos y todo el movimiento asociativo.
DESAFIANTES.
Desde el 17 de septiembre los partidarios de Ocupemos Wall Street han desafiado tormentas de nieve, gas pimienta, perros, macanas y violentos desalojos policiales en más de 70 ciudades norteñas para denunciar el poder de los megabancos, el alto desempleo y las inequidades generadas por el sistema capitalista.
Ahora sin cuartel general, los indignados buscan seguir llamando la atención. Tras la evacuación del campamento en la Plaza Zuccotti en Nueva York, los manifestantes anti-Wall Street necesitan hallar una nueva estrategia para mantener el interés en su movimiento.
Las amenazas de ser vigilados para neutralizarlos, no los detienen. Grupos de cabildeo vinculados a los bancos propusieron un plan de 850,000 dólares para atacar al movimiento estadounidense y a los políticos que lo apoyan, según un informe de la cadena de televisión MSNBC.
Según un informe de cuatro páginas, publicado por MSNBC, la firma de Washington Clark Lytle Geduldig & Cranford (CLGC) propone a la Asociación de bancos estadounidenses (ABA) llevar a cabo una 'investigación' de Ocupemos Wall Street (OWS) para 'construir un discurso negativo' sobre el movimiento y 'quienes lo apoyan' con el fin de 'difundirlo en los medios'.
El texto indica además que el plan de 60 días pretende vigilar y analizar las redes sociales.
'Capaz sea fácil rechazar al OWS como un grupo de manifestantes desordenados, pero está demostrado que deberían quizás ser tratados como competidores organizados, muy hábiles y capaces de hacer mover a los medios (...) Para contrarrestar esto, tenemos que hacer lo mismo', escribió CLGC.
LATINOAMÉRICA TAMBIÉN SE MANIFIESTA.
Mientras los estudiantes chilenos, que han salido a las calles para manifestar su indignación por el sistema educativo, han sido reprimidos por la Policía.
El descontento hacia el gobierno de Sebastián Piñera ha desatado las mayores protestas públicas desde el restablecimiento de la democracia en 1990 y ha mermado la popularidad del mandatario. Esta semana los estudiantes, que demandan profundas reformas en la educación con una creciente gratuidad y el término del lucro, convocaron a una nueva marcha callejera.
Los colombianos no se han quedado atrás. Los estudiantes colombianos comenzaron el paro el 11 de octubre exigiendo al gobierno del presidente Juan Manuel Santos retirar del Congreso un proyecto de reforma universitaria que había presentado días antes y que aseguraron no incluía algunas de sus propuestas y no habían sido consultados en otras. El proyecto además declaraba la 'autonomía financiera' de las universidades, lo que según los estudiantes dejaba la puerta abierta hacia la privatización.
El gobierno negó que buscara privatizar las universidades, pero ante la presión del paro y las marchas, en su mayoría pacíficas, retiró del Congreso la semana pasada el proyecto de reforma y dijo estar dispuesto a debatir un nuevo texto.
En la ciudad de México desde hace unos 40 días, unas 80 personas 'indignadas', mayoritariamente estudiantes, acampan frente a la Bolsa de Valores de la glorieta La Palma del paseo de la Reforma; un segundo campamento está situado en la plaza de Coyoacán, alrededor del quiosco.
Protestas en más de 80 países.
Más de 80 países de los cinco continentes desde Tokio, Pekín, Seúl y Sídney hasta Alaska, en al menos 951 ciudades, se han unido al movimiento.
Los habitantes de esas zonas han orquestado protestas simbólicas de corta vida en apoyo a sus 'hermanos ideológicos de Occidente' en la lucha contra el capitalismo.
En Grecia, uno de los primeros países en unirse a la jornada, las manifestaciones siguen fuertes. Hace tres días, la Policía detuvo al líder del sindicato de trabajadores de la electricidad de Grecia después de intervenir para poner fin a un bloqueo de cuatro días a las oficinas de logística de la Corporación de Energía Pública para protestar por un nuevo impuesto a la propiedad.
En Marruecos, los indignados promueven el boicot electoral. Tanto el movimiento 20 de Febrero, que con su revuelta obligó al rey a modificar la Constitución, como los islamistas de la organización Justicia y Caridad han llamado a la abstención en los comicios del viernes 3 de diciembre y a una jornada de protestas para el día siguiente.