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Los mejores catrachistes de la semana

Cariño, ¿en esta ciudad hay pingüinos? -No, ¡si estamos a 35 grados! - Huy!, entonces he atropellado a una monja

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20.07.2018

TEGUCIGALPA, HONDURAS

Llega un señor y le dice al taxista:

-Por favor, déjeme en el semáforo.

Y el taxista le responde:

-Yo lo dejo en la esquina, y usted ya verá cómo sube.

Dos amigos:

-Oye, ¿qué harás este verano?

-Pues tengo ganas de ir a Moscú como el año pasado.

-¿Ah, pero fuiste a Moscú el año pasado?

-No, también tenía ganas...

Marcelo estaba trabajando cuando su jefe va y le pregunta:

-¿Oiga, no piensa ir al velorio de su suegra?

Y él le contesta:

-No jefe, primero el trabajo, y después la diversión.

Había una vez un chico que le quería decir cosas bonitas a su novia y fue donde su profesor de literatura y el profesor le dijo: dile así, tienes ojos de lucero, tu boca es de cristal y te bajaron del cielo por un corte celestial; y el chico fue corriendo donde su novia repitiendo lo que el profesor le había dicho y cuando llegó donde su novia le dijo: tienes ojos de becerro, tu boca es de corral y te bajaron del cielo por bruta y animal.

Un hombre se acerca a la bibliotecaria y le pregunta:

Señorita, ¿dónde está el libro “Hombre, un ser perfecto”?

Y ella le contesta: allá al fondo, en la categoría de ciencia-ficción.

Un señor está triste y le dice un amigo a otro amigo:

Oye, ¿qué te pasa?

Y le contesta: es que casi atropello a mi suegra.

Y el amigo le dice: ¿qué pasó? ¿te falló el freno?

No, ¡el acelerador!

Va un cura corriendo porque lo persigue un león, de repente el cura se arrodilla y dice: Señor, te pido que este león se vuelva cristiano.

El león se arrodilla y dice: Señor, bendice estos alimentos que voy a consumir.

Hugo se iba a casar, entonces su padre le dice: -Oye Hugo, y dime ¿tu novia tiene dinero?

- ¡Ay papá! Es lo mismo que me pregunta de ti.

En el velorio de un hombre el cura se manda con los elogios. Dice que el finado era un buen marido, excelente cristiano, un padre ejemplar.

La viuda voltea hacia uno de sus hijos y le dice al oído: -Acércate al ataúd y mira si es tu padre el que está adentro.

-¿Qué le dijo un pez a otro pez?

-Nada.

Cariño, ¿en esta ciudad hay pingüinos?

-No, ¡si estamos a 35 grados!

- Huy!, entonces he atropellado a una monja.

Un par de amigos están tomando en un bar y charlando. En eso, que uno le dice al otro: oye, el otro día me contó tu mujer un chiste tan bueno, pero tan bueno, que me caí de
la cama.

En la playa:

Mira, mira, tu marido está enamorando a una gringa.

Je, je, je.

¿Tu marido intenta ligar y tu te ríes?

Sí, a ver cuánto aguanta metiendo la barriga
para dentro.