Tegucigalpa, Honduras
El proceso de depuración de la Policía Nacional ha sido un fracaso, según denuncias de diferentes organismos no gubernamentales.
Esta versión prácticamente fue confirmada ayer por las mismas autoridades de la Secretaría de Seguridad en uno de los párrafos de un comunicado de prensa emitido ayer para aclarar las críticas realizadas por Julieta Castellanos, rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), quien cuestionó las eficiencias investigativas de la institución.
“Estamos conscientes que los pasados procesos de depuración de la Policía Nacional no han generado los efectos esperados, debido a que las personas que han sido separadas han realizado acciones legales administrativas que han permitido su reincorporación, por lo que en este momento nos hemos visto en la necesidad de hacer un replanteamiento de un nuevo proceso de depuración que permitirá con mayor agilidad la separación de policías, sin violentar el debido proceso”, indica el boletín informativo.
EL HERALDO publicó en el mes de julio que la depuración policial ha sido un gran fiasco debido a que en la misma permanecen agentes y oficiales vinculados a bandas dedicadas al narcotráfico, secuestros, robo de vehículos, robo de armas, asaltos bancarios, sicariato, devengando salario, incluso ascendidos al grado inmediato superior.
Según documentos oficiales de la Secretaría de Seguridad entre los años 2012 y 2014 se depuraron a 957 elementos policiales: 945 son agentes de la escala básica y doce son oficiales.
Premiados
Algunos oficiales que reprobaron las pruebas de confianza fueron ascendidos y actualmente ocupan altos cargos dentro de la Policía Nacional. Al ser ascendidos, las autoridades dejaron de lado los resultados del trabajo realizado por la Dirección de Investigación y Evaluación de Carrera Policial (DIECP), que se ha encargado de evaluar e investigar a los uniformados. Con la reforma a la Ley Orgánica de la Policía Nacional, se pretende desaparecer a este organismo y dejar el proceso de depuración a la Inspectoría General de la Policía.
Esta pretensión ha sido criticada por los diferentes organismos quienes aseguran que sería un retroceso para la institución, ya que la investigación de los policías corruptos y criminales estaría a cargo de sus mismos compañeros y amigos.
Esta aseveración ha sido negada por las autoridades de la Secretaría de Seguridad, quienes afirman que la DIECP seguirá trabajando de la misma manera.
Sin embargo, el artículo 18 de la nueva Ley Orgánica establece que: “La División de Investigación y Certificación Policial: es la dependencia encargada de practicar en forma general o selectiva a todos los miembros de la Carrera Policial, pruebas de evaluación de confianza, tales como: toxicológicas, psicométricas, pruebas de polígrafo, estudios socioeconómicos o patrimoniales y cualquier otra que se estime pertinente y proporcional para el cumplimiento de sus funciones; sin perjuicio de las pruebas de evaluación que pudiera practicar la Superintendencia para la aplicación de pruebas de evaluación de confianza, contenida en Decreto Legislativo No.254-2013, como el trabajo que desarrolla la DIECP mientras exista”, lo que deja en claro que esa dependencia desaparecerá.
Ascensos
El próximo 16 de diciembre la Secretaría de Seguridad realizará los ascensos de 25 de 139 oficiales que estaban en lista para ser nombrados a su grado superior inmediato.
Entre los 114 oficiales que no ascenderán se encuentran aplazados otros de los que no se envió resultados de las pruebas y a otros que no se les aplicaron