La depresión, una amenaza silenciosa que afecta a los hondureños

La muerte de Robin Williams llama nuevamente la atención sobre la depresión, una enfermedad silenciosa.

  • 12 ago 2014

San Pedro Sula, Honduras

La depressión es una de las enfermedades mentales más comunes en el mundo, y todavía, a pesar de la muerte de estrellas como Robin Williams, su incidencia sigue siendo subestimada.

Según un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada seis personas en los países más ricos sufre un algún momento de vida un episodio de depresión severa.Aproximadamente un millón de personas se suicida cada año en el mundo a causa de la depresión.

¿Qué es?

La depresión es la sensación de una falta total de sentido y la convicción de que este estado no cambiará. Los sentimientos, que hacen que la vida valga la pena de vivir, están anestesiados, por decirlo así. Por esto, las personas deprimidas ya no se interesan prácticamente por nada.

Los hobbies, el trabajo y muchas veces incluso la familia y los amigos parecen haber perdido toda importancia.

Estas personas se pueden identificar porque siempre están diciendo que es “mejor estar muerto”, “mi vida no vale nada” o “tengo mucha mala suerte”. “Son personas que no buscan cómo salir de ese estado de depresión que hace que caigan en conformismo y decepción de ellos mismos”, explica eñl psicólogo Jaime Ponce.

Los síntomas

Las personas que padecen una depresión severa en algún momento dejan de cuidarse. Descuidan su apariencia física y el trastorno empieza a afectar los horarios de alimentación y sueño.

Cuando la depresión ha llegado a ser tan grave y aparecen pensamientos suicidas. Según estudios realizados, hasta un 15% de los pacientes con un trastorno depresivo mayor pueden llegar a suicidarse.

El trastorno bipolar aumenta 15 veces el riesgo de suicidio, mientras que la distimia (depresión leve crónica) es un factor que multiplica el riesgo por 12 respecto a la población general.

Según medicina forense, el 6% de las muertes registradas en Tegucigalpa y el 2% en San Pedro Sula, corresponden al suicidio; un 17% de los suicidios se dio en la población adolescente, un 32% se concentró en la juventud temprana (20 a 25 años), un 30% en personas entre 30 a 40 años, y el 13% en personas en edad adulta.

La situación de inseguridad del país ha hecho que algunas personas se vuelvan más enojadas y sufran de estrés postraumáticos.

“San Pedro Sula es la ciudad donde más depresión, ansiedad y problemas de ira existe”, asegura Johan Leiva, presidente del Centro hondureño de investigación y formación en terapia racional emotiva y cognitiva comportamental (Chifotrec).

El especialista comenta que la ira es uno de los problemas que se vive a diario en la ciudad, “ahora en menores se puede observar esta perturbación y debe ser tratada”.

Soluciones

La primera línea de ayuda para una persona con un estado de depresión son sus parientes. “Ellos por sí solos no buscarán ayuda, un familiar puede llevarlos a ver un psicólogo”.

Cuando la ayuda familiar no está la organización Teléfono de la Esperanza ofrece en Honduras un servicio de orientación por teléfono para abordar, de forma urgente, anónima y especializada las situaciones de crisis.

Otra línea de ayuda contra la depresión viene de un tratamiento adecuado en un hospital.

Las depresiones más ligeras se pueden tratar muy bien con psicoterapia, meditación y medicinas.