Honduras

Desde los 11 años inicia alta deserción escolar

Del cien por ciento de los egresados de sexto grado (11 años), solo el 17 por ciento llega a alcanzar estudios universitarios

07.04.2014

El país debe encontrar la fórmula para evitar que los jóvenes sigan abandonando los centros educativos a partir de los once años, es decir, después de concluir el sexto grado.

A partir de este grado se evidencian los índices de deserción más preocupantes en el sistema educativo, señala el informe Estado de la Región.

Este documento, socializado ayer en las instalaciones de la Universidad Tecnológica Centroamericana (Unitec), plantea un futuro sombrío para miles de jóvenes que poco a poco van quedando sin oportunidades de estudio y empleo.

Para el caso, de la totalidad de alumnos que egresan del sexto grado cada año, ingresan a secundaria solo un 55 por ciento, es decir que el restante 45 por ciento deserta, abandona los estudios para siempre.

De ese 55 por ciento que ingresa a séptimo grado, solo el 28 por ciento logra llegar a noveno y matricularse al décimo grado, es decir, al primer curso de carrera.

Y el porcentaje va disminuyendo porque de ellos solo el 17 por ciento accede a la universidad, afirmó Marlon Brevé, vicerrector académico de la Unitec, quien ayer participó como panelista en el debate de estos resultados.
Grandes retos

Para Alberto Mora, investigador del Estado de la Región, Honduras tiene el desafío de buscar una oferta educativa relevante y desarrollar otras alternativas como la educación técnica.
“Si bien Honduras ha logrado avances importantes de cobertura en secundaria y en primaria, todavía enfrenta grandes retos”, analizó.

Mencionó el caso de la cobertura en preescolar, que solo llega al 45 por ciento, pero que según la nueva Ley Fundamental de Educación, a partir del otro año debe ser universal.

Dijo además que la situación en la mayoría de los países de la región es preocupante, pero más en Honduras.

Analizó que en promedio América Latina destina 305 dólares anuales por cada estudiante, pero en la región centroamericana solo se llega a un tercio de ese aporte (cien dólares en promedio).

Destacó, sin embargo, que Honduras es uno de los países que más dinero destina al sector educativo, con el seis por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

El ministro de Planificación, Julio Raudales, resaltó la necesidad del Estado de Honduras de verificar cómo se gastan esos fondos.

Ejemplificó que al inicio de este gobierno encontraron, por ejemplo, varios maestros con 12 y hasta 14 plazas, y por todas ellas recibían salarios.

Por tanto, planteó, es imperativo ejercer medidas de supervisión más estrictas en el gasto educativo.

Por su lado, Julieta Castellanos, rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), analizó que “tenemos un país con riqueza más visible, comparado con los 70, pero al mismo tiempo la inequidad y las diferencias se expresan más visibles y ese es el problema, que ni el desarrollo ni la educación han contribuido a disminuir estos niveles de inequidad”.

Señaló además que a pesar de que la educación es un factor de movilidad social, esa movilidad no ha sido general sino individual.

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