Honduras

En vigencia ley que da luz verde a depuración policial en Honduras

Tortuoso ha sido el camino que ha tenido que seguir la tan ansiada limpieza de la institución. Se estima que en este proceso se van oficiales de la quinta generación hacía abajo.

07.04.2014

La población espera que el proceso de depuración policial, a ejecutarse en el curso de los próximos seis meses, tenga éxito.

Un fracaso, como ha ocurrido en otros momentos de la historia de la Policía Nacional sería el acabose de esta institución, piensan los expertos en el tema de seguridad.

Los fracasos

El exministro de Seguridad, Gautama Fonseca (QDDG), se vio frustrado en su intento de depurar la Policía a inicios del año 2000, cuando despidió a un buen número de efectivos por su mal comportamiento.

Los afectados recurrieron a las instancias judiciales y fueron reintegrados. Ni el Ejecutivo ni el Congreso Nacional apoyaron este proceso. Algunos de esos policías siguen dentro de la institución.

Recientemente, el exministro de Seguridad, Óscar Álvarez, intentó hacer una depuración, pero fue purgado del cargo por presión de los mismos oficiales de la Policía.

Por años existió una Dirección de Asuntos Internos al interior de la Policía. La Comisionada María Luisa Borjas, cuando fungió como titular de esa dependencia, intentó adecentar la Policía y fue separada del cargo y purgada de la misma Policía.

Hace cinco meses, el Congreso Nacional creó la Dirección de Investigación y Evaluación de la Carrera Policial. Un mes después, el director de la nueva dependencia estaba renunciando a causa de falta de apoyo por parte del Ejecutivo.

Dicha Dirección efectuó recientemente pruebas toxicológicas y de poligrafía a la cúpula policial, cuyos resultados se mantienen en secretividad y no han dado lugar a la toma de decisiones, debido a los procedimientos engorrosos de despido que tiene la Ley Orgánica de la Policía.

Ley Especial sancionada

El Congreso Nacional aprobó la noche del jueves, en una sesión a puertas cerradas, el decreto que contiene la Ley Especial para la Depuración de la Policía, que tiene como objetivo declarar en situación de emergencia el sistema policial por un período de seis meses (180 días), a efecto de impulsar de manera acelerada la limpieza de dicha institución.

El decreto fue sancionado ayer por el presidente de la República, Porfirio Lobo Sosa, y turnado de inmediato al diario oficial La Gaceta para su publicación este sábado, informó el propio gobernante.

Una vez entrado en vigencia, el director de la Policía Nacional, comisionado Juan Carlos Bonilla, tendrá facultades y atribuciones excepcionales y temporales para que en coordinación con el secretario de Seguridad puedan ejecutar el proceso de depuración en forma expedita.

Todos los policías, desde la escala básica y oficiales serán sometidos de manera obligatoria a pruebas de evaluación de confianza y del desempeño.

Cuando el evaluado que repruebe cualquiera de las pruebas que se le practiquen esto será causal de despido, establece el decreto en referencia.

Además, dicho decreto deja en suspenso por el tiempo que dure la emergencia las disposiciones de la Ley Orgánica que vuelven engorroso los despidos de miembros de la Carrera Policial.

Se estima que en este proceso de depuración se van oficiales de la quinta generación hacía abajo y un total de 2,000 efectivos que no han rendido frutos, ya sea por su mal comportamiento o por deficiencia en su desempeño.

Expectativas

Expertos consultados al respecto consideran que el éxito de este proceso dependerá de la voluntad política y el desempeño de las autoridades policiales, las que cuentan, en este caso, con el apoyo de los poderes Ejecutivo y Legislativo, de la sociedad civil y de la población en general.

El exfiscal (1994-1998), Edmundo Orellana, sostiene que el decreto de emergencia para depurar la Policía ha de ser sometido a un profundo análisis, a fin de establecer cuáles son sus consecuencias y sus fundamentos legales. ¿Qué ocurrirá con los elementos que sean separados como parte del proceso de adecentamiento?, indicó.

Orellana confió en que este proceso tenga éxito, que sea la última carta. No hay que desmayar en la tarea de endurecer el blanco contra la criminalidad que ya rebasó los límites de la tolerancia. Indispensable es la participación de todos los sectores de la hondureñidad, dijo en una comparecencia en un foro radial.

Por su lado, el titular de la Dirección de Evaluación de la Carrera Policial, Eduardo Villanueva sostiene que con el marco jurídico aprobado por el CN se facilita lo que hasta ahora obstaculizaba la efectividad en la depuración de la Policía.

Clamor unánime

El diputado Osman Aguilar especificó que una muestra de que el clamor generalizado es que se depure la Policía fue que el Congreso Nacional votó por unanimidad el citado decreto.