Tras ser declarado culpable, el juez fijo para el 19 de diciembre la vista para la lectura de la sentencia, en la que Thomas Huggins puede enfrentarse a una pena de hasta cinco años de cárcel.
Huggins explicó que su perra, 'Bandit', se había vuelto agresiva y que no podía venderla, por lo que decidió matarla, despedazarla y comérsela.
La jueza encargada del caso, Samantha Ward, recomendó que se le practicara un examen psiquiátrico a Huggins, de 26 años, quien al parecer asfixió al animal con una bolsa de plástico que le puso al cuello.
El pasado 27 de junio, la Policía se personó en el domicilio de Huggins y descubrió las costillas del animal en una olla al fuego y otras partes del cuerpo de la perra en el congelador, según informa hoy el diario Orlando Sentinel.
La cabeza y la piel de la perra estaban en una bolsa de basura y fue Mónica Huggins, la hermana del procesado, quien alertó a la Policía porque estaba totalmente 'conmocionada' por lo ocurrido.