SABANAGRANDE, HONDURAS.- Las llantas para algunas personas solo sirven para hacer rodar un vehículo, pero para una peculiar familia de Sabanagrande, estos circulares productos han sido, durante casi siete años, un tesoro oculto del cual sacan provecho.
Ante la falta de empleo y la desesperación por llevar alimentos a su familia, a don Natividad Rivas se le despertó la chispa de la creatividad y surgió la idea de hacer figuras con llantas. Desde aves como tucanes y gallos hasta vistosas ranas y flores son parte de los productos de su exhibición.
“Pasábamos por una situación muy difícil en la familia, todos los días le pedía Dios por un trabajo, de repente nació la idea de trabajar las llantas”, expresó.
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Al inicio no fue fácil, las llantas pintadas para jardines no se vendían por algún motivo, pasaban los días y a nadie le interesaba preguntar a pesar de que las ruedas de hule ya estaban modificadas.
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Pero una tarde, a la esposa de Rivas se le ocurrió la idea de hacer creativos diseños sobre las llantas, ya que es muy buena para dibujar con el pincel, tiempo después llamaron la atención de las personas, quienes se bajaban de sus vehículos a comprar las obras de arte.
Durante seis años el punto de ventas fue en El Zamorano, pero desde hace tres meses que se ubican en el kilómetro 29 en la carretera que conduce de Tegucigalpa al sur del país.
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“Después de tanto tiempo de trabajo nuestros diseños son únicos, todos los trabajos que realizamos nacen de nuestra creatividad”, dijo con orgullo el entrevistado.
Aparte de las llantas, clavos, tornillos y pintura son los materiales que se usan para dar vida a una negra rueda.
El proceso
Según su tamaño y grosor las llantas son usadas para determinadas figuras. El tiempo que se tardan en elaborar una figura depende de la complejidad, van desde cuatro horas hasta los siete días.
“Este es un trabajo muy arduo, debido a lo duro del material dedicamos tres días para cortar con navaja, los demás días son para armar y pintar. Siempre terminamos con muchos dolores en las manos”, dice Rivas.
Según la complejidad y el tamaño de los trabajos tienen un precio entre los 300 a 3,200 lempiras.
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“Los pájaros tienen un costo de 300 lempiras, es una llanta que cuesta mucho trabajar, otras figuras tienen un costo de 500 a 700 lempiras, pero ya un juego de muebles de cinco piezas cuesta más de 3,000 lempiras”, explicó Rivas.
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Uno de los trabajos más grandes que ha realizado la familia es un cerco de llantas, en una institución cercana.
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“Cubrimos más de 800 metros con el cerco de llantas, de postes se usarán las ramas de un árbol que luego de sembrarla vuelve a florecer”, manifestó el artesano de las llantas.
Las figuras son elaboradas para decorar los jardines de los hogares de las personas, además de reducir la contaminación que generan las llantas.
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