TEGUCIGALPA, HODURAS.- El encierro no es la mejor opción para reinsertar a la sociedad a los menores en conflicto con la ley, la salida es tener una familia cerca y recibir ayuda social para salir de los problemas que haya tenido, según los expertos.
Bajo ese concepto, el Instituto Nacional para la Atención a Menores Infractores (INAMI) desde su creación en 2017 viene reduciendo la población de los menores en los centros pedagógicos de internamiento.
En el 2017 un total de 590 menores estaban privados de la libertad a nivel nacional y en la actualidad hay 289, es decir, más del 50 por ciento de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes están en su casa, mientras que el resto cumple una pena en los centros especializados.
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Cuando la niñez infractora sobrelleva las sanciones penales sin privación de la libertad, Honduras cumple con los compromisos de país y con la comunidad internacional acerca de la excepcionalidad de la privación de la libertad.
Gracias a estos métodos aplicados en la protección de la niñez infractora, en tres años que se cumplen en noviembre próximo, el INAMI ha ganado el respaldo de la cooperación internacional, establece un informe de la institución. Esto evidencia el fortalecimiento del Sistema de Justicia Especial para la Niñez Infractora junto a la implementación de herramientas y metodologías basadas en la evidencia y la especialización del capital humano a cargo de su compleja misión.
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Felipe Morales, titular del INAMI, declaró a EL HERALDO que existe un modelo de atención para los niños y niñas con equipos técnicos integrados por trabajadores sociales, psicólogos, médicos y expertos legales que garanticen los derechos y protección en todos los niveles de los menores.
