Honduras

1,798 hondureños cumplen años el 29 de febrero; minoría exclusiva

El 2020, con 366 días, es el quinto año bisiesto del siglo XXI. 1,798 hondureños conforman la exclusiva minoría

FOTOGALERÍA
28.02.2020

TEGUCIGAlPA, HONDURAS.- Es un día más que agregar al calendario. Lo llaman fecha “añadida” o “día extra”, que solo ve la luz cada cuatro años. Especiales para algunos, extrañas para otros, las personas nacidas el 29 de febrero o en año bisiesto son una inusual y exclusiva minoría en el país y en el mundo.

Y cómo no, si nacieron en un año de 366 días. Y aunque algunos han sido inscritos en el Registro Nacional de las Personas (RNP) el 28 de febrero o el 1 de marzo, celebran cada año bisiesto con alegría.

Juventud eterna

Carlos Rosales integra el exclusivo grupo de bisiestos, el hondureño puso en pausa la construcción de la casita del árbol para sus hijos y abrió las puertas de su hogar para hablar con EL HERALDO.

Contento porque este 2020 cumplirá 10 años o 40 –según el punto de vista de sus allegados–, se describió como afortunado; Dios le asignó una fecha especial para nacer.

“Somos una minoría los que tenemos la dicha de cumplir años el 29 de febrero”, expresó entre risas mientras recordaba las bromas que suele recibir por parte de sus seres queridos.

“Las personas siempre recuerdan mi cumpleaños porque es inusual, eso me trae mucha alegría”, mencionó.

Según el entrevistado, mientras unos lo felicitan el 28 de febrero o el 1 de marzo, otros le dicen que debe esperar cuatro años por su felicitación ya que su cumpleaños “no existe”.

El yoreño, que adquirió la juventud eterna, se describe como “un niño grande” al que le fascina jugar con sus hijos, Ángel y Carlos.

Carlos el niño de 10 años disfruta jugar con sus hijos Foto: Emilio Flores/EL HERALDO.

Vino al mundo con la ayuda de una partera en 1980, en el municipio de Morazán, Yoro. En 1996 llegó a Tegucigalpa.

Lejos de las supersticiones y por decisión práctica de su madre, Petrona Rodríguez, fue registrado un 28 de febrero.

“Solo para evitar inconvenientes en esos días, mi mamá pidió el cambio de fecha en el registro de las personas”, relató.

Carlos laboró en la Escuela de Periodismo de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y ahora se desempeña como jefe del cuarto de controles en Radio América.

El yoreño forma parte de las estadísticas del RNP, que indican que en Honduras en los últimos cinco años bisiestos del siglo XXI, se inscribió un total de 1,798 nacimientos. De esa cifra 934 son del género masculino y 864 del femenino. En el mundo, las estadísticas indican que hay cinco millones de personas nacidas en año bisiesto.

Ante la interrogante de qué ocurre con el registro de los alumbramientos, Rogelio Padilla, jefe de la Unidad de Asesoría Técnica y Estadística del RNP, explicó que la entidad tiene un sistema sincronizado a un calendario universal y no existe ninguna limitante para inscribir a los bisiestos.

“Hay padres de familia que al momento de inscribir a sus hijos –en especial cuando es por partera– prefieren que les asignen un 28 de febrero o el 1 de marzo, pero la mayoría, que es un 99 por ciento, se queda con el 29 de febrero”, concluyó.

Foto: El Heraldo

La explicación

Viejos refranes populares asignan suerte o desdicha a estos años, no obstante, además de creencias o supersticiones, hay una explicación histórica, matemática y astronómica.

Los cálculos más precisos realizados por astrónomos detallan que la Tierra tarda en culminar una vuelta alrededor del Sol (movimiento de traslación) 365 días, con cinco horas, 48 minutos y 45 segundos. En consecuencia, cada año suma cinco horas, 48 minutos y 45 segundos que no se consideran.

Entonces para completar el “tiempo perdido” en tres años, al cuarto año se agrega un día más a febrero, así lo explica el catedrático del departamento de Astronomía y Astrofísica de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Ricardo Pastrana.

Origen

Para entender cómo surge la particular fecha, EL HERALDO también habló con el historiador y docente universitario Luis Sánchez.

El especialista explicó que en la antigua Roma un año constaba de 10 meses e iniciaba el 1 de marzo con el comienzo de la primera época de cosechas y terminaba en diciembre. Los días de invierno posteriores quedaban sin registrarse en el calendario. Para incluir estas fechas, el rey Numa Pompilio determinó añadir enero y febrero.

Aun así, el cálculo no era exacto y se atrasaba con respecto a los cambios de las cuatro estaciones.

Para corregir lo existente, el emperador Julio César encargó al astrónomo Sosígenes buscar una solución. La nueva alternativa para medir el tiempo fue incorporar el “día extra” cada cuatro años y fue llamado “bis sextus” y se nombró calendario Juliano.

“Ese calendario tenía incoherencias, no se podía identificar cuándo empezar marzo y terminar febrero, por eso buscaron un día sexto antes del primero de marzo, pero eso tampoco tenía coherencia con la distribución de los cuatro ciclos del tiempo en los 365 días”, explicó el catedrático.

Entonces los 365 días y un cuarto no consideraba las horas y los minutos adicionales y por eso se restablecieron los tres cuartos del día que faltaban con un año de 366 días cada cuatro años.

Porque siempre hay tiempo para enderezar el camino, en 1582 el papa Gregorio XIII solicitó al matemático alemán Christoph Clavius elaborar un nuevo sistema (calendario Gregoriano) para medir el tiempo más acordemente con las determinaciones astronómicas.

“Cuando no es año bisiesto recibo felicitaciones dos días”

Isca Cecilia Romero Matute es una joven que integra la reducida familia bisiesta del país.

La joven es originaria de San Pedro Sula y nació a la 1:15 de la madrugada del 29 de febrero de 1996, el último año bisiesto del siglo XX.

Como llegó al mundo en una fecha tan especial ahora puede decir que tiene 6 años o 24.

A diferencia de los bisiestos que por complicaciones durante su registro no pudieron registrarse en la particular fecha, ella sí lo logró y todos sus documentos lo certifican.

La especial chica estudió Administración de Empresas, es fanática de Enrique Bunbury y su pasatiempo es la pintura. Y plasmar galaxias en lienzos es su pasión.

“Mis amigos me felicitan el 28 de febrero y el 1 de marzo, el año pasado en mi oficina decoraron con la frase ‘feliz no cumpleaños’”, relató entre risas. Como anécdota destacó que el año en que nació Héroes del Silencio puso sus pies por primera y única vez en Honduras. Asimismo, reveló que su madre en un inicio pensó que su embarazo era una gastritis.

Isca Cecilia Romero Matute es una joven que integra la reducida familia bisiesta del país. Foto: EL HERALDO.

“Por la espera, la celebración de mi cumpleaños dura tres días”

Cielo María Romero, una dama originaria de San Pedro Sula, celebrará su fecha tras esperar con ansias tres años.

El vaso medio lleno o medio vacío contrasta las discrepancias de las celebraciones, pues nació el 29 de febrero de 1968. Cumplirá 52 años o 13 si solo cuenta los bisiestos.

La integrante del club de la juventud explicó a este rotativo que su familia tuvo inconvenientes durante su inscripción y decidieron asignarle sus cumpleaños para el 1 de marzo.

Las bromas surgen en su círculo de amigos cuando no es año bisiesto, de cariño le dicen que aún no es su natalicio.

No obstante, cuando el año es el correcto, para compensar la espera, sus seres queridos festejan a lo grande el evento.

“La celebración dura tres días, inicia el 28 y termina el 1 de marzo, pero el día verdadero lo paso con mi familia, es una compensación por la espera”, explicó.

La entrevistada reveló que en toda su vida solo conoció en persona a otro bisiesto, fue su compañero en el colegio.

Cielo María Romero, una dama originaria de San Pedro Sula, celebrará su fecha tras esperar con ansias tres años. Foto: EL HERALDO.