TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La producción legislativa ha mermado en los últimos dos meses y diciembre próximo parece que no será la excepción.
De las 16 sesiones programadas para este período, tan solo se celebraron once reuniones, según constató EL HERALDO.
Uno de estos encuentros tuvo lugar en el Congreso Móvil de Choluteca el pasado 20 de noviembre.
Asuetos y la falta de quórum son solo algunas de las razones para no convocar a sesiones.
Tampoco existen sanciones por las recurrentes inasistencias de congresistas propietarios, quienes deciden enviar a sus suplentes en su lugar.
Esta situación se traduce en un rezago en la agenda del Congreso Nacional para la discusión y aprobación de proyectos de decreto e iniciativas de ley.
En octubre pasado, solo cinco días sesionaron los legisladores, manteniéndose el resto de los once días gozando del feriado de la Semana Morazánica y un par de días en receso.
Mientras que para el undécimo mes del año hubo dos reuniones más, sin contar la que se llevó a cabo en la sultana del sur.
Para el cierre de este año se tiene previsto sesionar hasta el próximo 10 de diciembre, fecha en la que se discutirá y aprobará el Presupuesto 2020.
No toda la responsabilidad de la falta de reuniones recae en la junta del Legislativo, sino también lo que la bancada del partido Libertad y Refundación (Libre) denominó como insurrección legislativa, que ocasionó la pérdida de más de 60 días de actividad parlamentaria.
Tanto la primera como segunda legislatura del Congreso Nacional 2018-2022 se han caracterizado por la gran cantidad de iniciativas y proyectos presentados por los diputados que no se dictaminan en tiempo y forma.
