CHOLUTECA, HONDURAS.-El reto asumido por los cinco centros educativos participantes en el programa de Escuelas Amigables con el Ambiente Zona Sur no ha sido fácil.
Sin embargo, el esfuerzo y la dedicación de los estudiantes, docentes y padres de familia ha quedado más que demostrado en el desarrollo de las diferentes actividades.
Tal es el caso la misión de reciclar y posteriormente comercializar plásticos, el cual ha captado demasiado el interés de los centros participantes pues les genera ingresos que hasta lo han desarrollado en dos fases.
La segunda venta de productos reciclados les ha permitido, además de sacar del medio ambiente 2,173 libras de plástico, 465 libras de aluminio, 154 libras de hierro, 11 libras de hierro sólido y 17 libras de papel, la recaudación monetaria de 10,860 lempiras.
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La primera venta permitió la obtención de 9,094 lempiras, logrando una total de 19,954 lempiras entre los cincos centros.
“Hemos identificado en la venta de plásticos reciclados una manera de agenciarnos fondos para las necesidades del centro educativo, lo cual nos motiva a seguir poniéndolo en práctica”, comentó Reina Rodríguez, directora del Centro de Educación Básica Ramón de Jesús Zelaya.
Apoyo total
Además de aprender a clasificar y reciclar el plástico utilizado comúnmente en los hogares cholutecanos, los 3,202 alumnos le aportaron valor agregado, transformando muchos de los desechos que salieron desde sus casas. Los alumnos elaboraron joyeros, espejos decorados con cucharas, jarrones y hasta piñatas, las cuales fueron comercializadas durante la mega expoferia de productos reciclados.
Durante la jornada educativa, que se desarrolló el 2 de septiembre en la plaza de La Solidaridad en Choluteca, se logró comercializar más de 205 productos con un valor monetario de 9,741 lempiras entre los cinco centros educativos.
La Escuela Dionisio de Herrera fue el centro educativo que más productos reciclados pudo vender, sumando un total de 134 productos con un valor comercial de 5,863 lempiras.
“La mega expoferia es una de las actividades que más nos ha gustado ya que pudimos enseñarles a los niños que con cosas simples y dejando volar su imaginación se pueden crear lindos objetos que pueden llegar a ser funcionales en los hogares siendo elaborados por nuestras propias manos y contribuyendo con el ambiente”, explicó Leonel Zelaya, director de la Escuela Dionisio de Herrera.
Los fondos recaudados durante el programa ambiental que está próximo a culminar serán invertidos en la elaboración de proyectos educativos que favorezcan a sus alumnos.
