TALANGA, HONDURAS.-Aferrada de las manos de sus dos niñas camina la joven madre Liliam Garmendia, cuyo rostro refleja preocupación por los últimos hechos violentos y la delincuencia que afecta a Talanga.
Aunque a diario se encarga de llevar y traer a sus pequeñas a una escuela de la comunidad, ahora ellas por miedo ya no quieren salir de sus casas para recibir el pan del saber. “Uno aquí está atemorizado, por lo que la gente está haciendo y uno necesita que la autoridad esté presente y responda”, manifestó a EL HERALDO.
En las calles de este municipio de Francisco Morazán se percibe una relativa calma, sin que cese la criminalidad que ha venido a opacar el ambiente de paz y tranquilidad que ha caracterizado a este lugar.
La ordenanza municipal que restringe la libre circulación de personas y vehículos de 10:00 PM a 5:00 AM ha sido bien recibida por la mayoría de sus habitantes.
Sin embargo, algunos exigen que se elabore un censo poblacional que permita identificar a propios a su vez extraños en específico, esos que emigran de las áreas urbanas a los poblados.
El repunte de homicidios y otros hechos delictivos fueron las principales causas por las que el alcalde municipal, Roosevelt Avilez, y regidores determinaron la prohibición de la movilización de cualquier persona por el término de ocho horas durante 45 días.
 |
A quienes incumplan esta ordenanza se les trasdalará a la estación de la Policía Nacional de Talanga, donde permanecerán detenidos. Solo aquellos que justifiquen que requieren desplazarse de un lugar a otro por motivos laborales o una situación de emergencia quedan excluidos de esta disposición.
Los expendios de bebidas alcohólicas, cantinas, estancos, billares o negocios similares trabajarán en un horario de 4:00 PM a 8:00 PM y la contravención del mandato se sancionará con el cierre definitivo del establecimiento. Asimismo, la ordenanza estipula censar los inmuebles destinados a arrendamiento (alquiler) como apartamentos o cuarterías, para lo cual sus propietarios deberán de indicar el nombre completo, identidades y contactos de todos los inquilinos que residan en esos lugares.
Un plazo máximo de 72 horas se definió para tal efecto y ya han transcurrido 48 horas para cumplir con lo dispuesto.
En el caso de los hoteles, hospedajes y moteles, así como otros sitios que ofrezcan alojamiento temporal, deberán de llevar un libro de registro debidamente autorizado por la municipalidad.
De interés: Desolado el municipio de Talanga tras ordenanza de toque de queda
Recorrido
Un equipo periodístico de EL HERALDO se trasladó hasta tierras talangueñas para hacer un recorrido y constatar si existe o no zozobra o histeria colectiva entre sus moradores.
A pesar de lo que algunos denominaron “toque de queda”, la gente hace sus actividades de rutina como ir a sus trabajos o centros educativos, los negocios funcionan con normalidad, excluyendo los que limita la ordenanza.
Las calles se encuentran militarizadas por un centenar de efectivos de la Policía Militar del Orden Público (PMOP). En los operativos y retenes montados en las principales vías de acceso del municipio participan efectivos policiales, incluyendo de la Tropa de Inteligencia y Grupos de Respuesta Especial de Seguridad (TIGRES).
Si bien, aún no se reportan detenidos por transgredir el mandato edilicio, agentes del orden han capturado a presuntos integrantes de la Mara Salvatrucha (MS-13), quienes se han dedicado a sembrar el terror a través del cobro del mal llamado impuesto de guerra.
La disputa del territorio por venta de drogas también ha incidido en el alza de las muertes violentas, confirmaron a EL HERALDO autoridades policiales asignadas a esta ciudad.
Otro de los elementos que influye en el incremento de la incidencia delictiva, así como en la violencia, ha sido el consumo de bebidas alcohólicas por parte de jóvenes y adultos.
Durante el paso del equipo de este rotativo por Talanga se registró la detención de un joven que se encontraba robando una motocicleta a cercanías del palacio municipal, mismo que todavía permanece cerrado.
Un poblador, quien decidió omitir su identidad, lamentó que “este pueblo ha cambiado mucho, se ha venido gente mala que no se sabe de dónde viene; han ocurrido muertes que han quedado impunes”.
Levantar un censo es imprescindible por parte de las autoridades edilicias para conocer si quienes se vienen a vivir al municipio no son antisociales que han huido de las grandes urbes a refugiarse y seguir con su accionar delictivo, coincidieron ciertos habitantes y policías entrevistados por EL HERALDO.
 |
