Honduras

A 36 sube cifra de quemados por la pólvora tras fiestas de Navidad

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14.03.2019

tegucigalpa

El número de personas quemadas por la imprudencia en el uso de pólvora se disparó en todo el país tras la celebración de la Noche Buena.

De acuerdo con los datos brindados por las diferentes autoridades de los centros hospitalarios, los quemados se incrementaron de 17 a 36.

Es decir que el aumento fue de más del cien por ciento de los casos en menos de 24 horas.

La mayoría de las víctimas son menores de edad, por lo tanto sus padres deberán responder ante el Juzgado de Policía de la alcaldía de cada localidad.

En Tegucigalpa, el Juzgado de la Alcaldía Municipal del Distrito Central ya citó a los primeros padres de las víctimas.

Los casos

Uno de los casos más graves que ingresó al Hospital Escuela es el de Sócrates López López, de 26 años, que por manipular una “cebollita” se mutiló dos dedos de su mano derecha.

El muchacho ingresó de emergencia al quirófano del primer centro asistencial del país para ser intervenido quirúrgicamente en horas de la madrugada de ayer.

López es residente del barrio Guanacaste de Tegucigalpa y de acuerdo con su relato, él lanzó el cohete, pero al ver que no explotó, regresó y lo tomó y al levantarlo le estalló en su mano.

Las autoridades del HEU aseguraron que el joven se recupera satisfactoriamente.

Otras cinco personas ingresaron al Hospital Escuela con quemaduras por manipulación de pólvora, sin embargo, fueron dados de alta debido a que sus quemaduras eran leves, informó Miguel Osorio, portavoz del centro asistencial.

Sin brindar mayores detalles de la identidad de las personas, Osorio manifestó que se trata de cuatro adultos y un niño, que se quemó manipulando una chispita.

En la ciudad de Choluteca, un hombre de 67 años identificado como Eulogio López ingresó de emergencia al Hospital del Sur debido a que se quemó la pantorrilla izquierda a consecuencia de un mortero, que estaba siendo reventado por otra persona, pero con tan mala suerte que le cayó a él.

El señor es originario y residente del municipio de Concepción de María, Choluteca.

Mientras que en la zona oriental del país se reportó el ingreso a la sala de urgencias del hospital Gabriela Alvarado de Danlí, El Paraíso, de un niño de ocho años con quemaduras de segundo grado en sus manos.

Se trata de Yosel Enrique Hernández, quien de acuerdo con lo relatado por su madre, se encontró un mortero y lo encendió, pero no le dio tiempo de soltarlo y le explotó en una de sus manos.

El niño es originario de la comunidad de La Esperanza, Trojes. De acuerdo con el reporte médico, ingresó a las 8:00 de la noche del 24 de diciembre al centro asistencial de la zona. Su condición es estable en la sala de niños quemados del hospital.

En el departamento de Santa Bárbara resultó herido por la manipulación de un cohete el joven Denis Sagastume, quien fue trasladado a un centro asistencial por la gravedad de las heridas en su mano derecha.

Al hospital Mario Catarino Rivas de San Pedro Sula ingresaron al menos diez menores de edad víctimas de quemaduras por pólvora.

De estos cinco quedaron internos por la gravedad de sus quemaduras, que aparentemente son de tercer grado.

Uno de los menores podría perder uno de sus ojos mientras que el otro será operado en una de sus piernas con el riesgo de perderla, según trascendió extraoficialmente.

EL HERALDO intentó comunicarse con el departamento de Relaciones Públicas del hospital Mario Catarino Rivas para constatar esta cifra y conocer mayores detalles de las víctimas, sin embargo, no hubo respuesta.

En el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) de Tegucigalpa no se reportaron ingresos de personas quemadas por pólvora.

Las primeras víctimas

Hasta el lunes 24 de diciembre se habían reportaron 17 casos de personas quemadas por pólvora, sin embargo, la cifra se duplicó a medida pasaba el tiempo.

Dos de estos casos son de hondureños del departamento de Copán, quienes de acuerdo con dictámenes médicos se encuentran estables.

Otra de las personas quemadas tuvo lugar en Siguatepeque, donde un potente mortero le estalló en la mano a un menor de 14 años, causándole graves lesiones.

El niño fue intervenido en el Bloque Materno Infantil del Hospital Escuela (HE) y luego lo remitieron al Centro Hondureño para Niños Quemados (Ceniq), donde recibe una atención especializada.

Más temprano, la menor Nissy Martínez, de siete años de edad, fue atendida por el Cuerpo de Bomberos al estallarle también un mortero en la colonia El Carrizal de la capital. La pequeña sufrió graves quemaduras en sus manos y el rostro.

Otros cinco niños se recuperan en el Ceniq con incidentes asociados a pólvora. Mientras que los otros ocho casos que se reportaron a inicios de la temporada navideña son originarios de La Paz, Comayagua, Valle y Tegucigalpa