Honduras

'Quiero una beca y estudiar para ingeniero”, joven pescador de Nacaome

'Sé que solo con esfuerzo propio voy a lograr salir adelante, pero necesitamos más oportunidades'.

09.09.2018

VALLE, HONDURAS.- La alegría que irradia Ariel Alexander Rodríguez, de 16 años, es contagiosa.

Las dificultades de la vida no le roban sus sueños, es más, cada día trabaja con más fuerza para lograrlos. Su máximo anhelo es convertirse en ingeniero acuícola para un día no tener que subirse cuatro veces al día a una lancha y alimentar a los camarones bajo el abrazador sol y las altas temperaturas que se presentan en el sur del país.

“Para muchos podría ser fácil el trabajo que hago, pero no lo es, el alimentar al camarón debe hacerse con precaución y sabiendo que la cantidad de alimentos que lanzas es el indicado”, comenta.

Las horas en las que Ariel no está alimentando los camarones, invierte su tiempo para culminar los trabajos que le dejan cada fin de semana en sus clases de Educatodos, ya que en la aldea costera de Playa Grande no existen colegios que le permitan acceder al sistema formal.

El programa se incorporó en la comunidad con el apoyo de Visión Mundial y la Secretaría de Educación que presta una escuela para impartir las clases que el maestro llega a dar cada fin de semana.

El centro educativo de media más cercano está a más de una hora de camino, por lo que no es factible para el muchacho, ya que también debe ayudar a sus padres en las labores del hogar.

“No es fácil, uno se desanima a veces pero hay que hacerle la fuerza, por estas oportunidades no se las dan todos los días a uno” comenta el jovencito, quien es uno de los pocos alumnos que sigue en el programa.

Al igual que Ariel, Ángel Alfredo Sánchez es otro adolescente que se ha quedado sin las oportunidades de estudiar el nivel medio.

Debido a que no tiene un trabajo estable, el joven se ve obligado a ubicarse en una pequeña quebrada que da acceso a la comunidad a tratar de pescar los camarones que se escapan de las lagunas.

“Ahorita he logrado capturar unos seis camarones que me permitieran almorzar y hasta cenar, ya que no tengo un trabajo que me ofrezca esas ventajas” concluyó el joven