Honduras

Los pobladores poblado del sur de Honduras consumen agua contaminada

En el vecindario residen más de 7,000 personas que se encuentran en serio peligro

08.04.2018

Choluteca, Honduras
Las muestras de laboratorio arrojan que el agua que utilizan más de siete mil personas que residen en ocho colonias, que componen Ciudad Nueva, Choluteca, está contaminada con heces fecales.

La nueva junta de agua ha decidido alertar a los consumidores sobre los peligros a los que están expuestos.

Enfermedades gastrointestinales y daños en la piel son solo algunos de los problemas a los que se podrían enfrentar los miles de habitantes de la zona.

El proyecto de agua cuenta con dos pozos con una capacidad de bombeo de 300 galones por minuto, es decir 600 galones entre ambos, los cuales ingresan a un tanque de almacenamiento con capacidad de 3,500 barriles.

El líquido que se obtiene de dichas perforaciones llega de tres a cuatro días a los 1,600 hogares que se abastecen con el servicio de agua de los pozos y quienes cancelan 80 lempiras mensuales por el mismo. Los usuarios de tercera edad mantienen una cuota de 60 lempiras.

Contaminación
El manejo inadecuado de los desechos sólidos, la proliferación de letrinas y el colapso de aguas grises en los sectores aledaños a los dos pozos son algunos de los problemas de contaminación que ha identificado la junta de agua de la localidad.

“Decidimos comunicarlo a la población para que la ciudadanía tome medidas preventivas mientras la junta concreta estrategias para reducir la elevada contaminación”, explicó Rigoberto Ordóñez, administrador de la junta de agua.

Los dirigentes pidieron a la población que no consuma -sin previamente haberla tratado- el agua que llega hasta sus llaves. Mario Cálix, presidente de la junta de agua, anunció que se realizarán operativos de limpieza y se comenzará a implementar el tren de aseo.

“Es un esfuerzo que estamos haciendo todos para mejorar la calidad de vida de nuestras familias”, señaló.

El proceso de recolección tendrá un costo de 25 lempiras general y 20 lempiras tercera edad. “Esperamos mejorar la calidad de vida de los abonados, y si es posible lograr un pozo más, ya que la demanda del servicio crece a diario”, dijo.

Santos Carranza, pobladora, dijo sentirse preocupada por el agua, ya que en muchas ocasiones no tiene dinero para comprar potabilizada y hace uso del agua de pozo.