Honduras

Nadie sabe el paradero del padre German Flores

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11.01.2018

Danlí, El Paraíso, Honduras
El pueblo católico de la ciudad de las colinas se llenó de dudas. En muchos corazones hay sentimientos encontrados: asombro, enojo, indignación, pesar, dolor, pero sobre todo incredulidad. El guía espiritual que desde hace una década los orientó en el camino de la fe, siendo párroco en Teupasenti, El Paraíso y Danlí, hoy está acusado de delitos horrendos en contra de niñas feligreses.

El caso más sonado es el de Maryori Almendares, una joven de 27 años que hace dos meses perdió la batalla contra el cáncer de mama, pero que antes de morir le confesó a su hermana Isis el horror que había pasado con el supuesto abuso sexual del religioso cuando apenas era una niña de ocho años que lo único que deseaba era hacer su primera comunión.

Han pasado 19 años y cumpliendo su último deseo, como lo aseguró Isis a un medio local de Danlí, sus familiares exigen justicia y que las autoridades hagan pagar al cura por sus delitos. La familiar de la víctima le escribió varios mensajes al sacerdote. En varios de ellos le pide que debe arrepentirse de lo que hizo, renunciar a la iglesia y entregarse a las autoridades.

En Danlí, los feligreses no creen ni dejan de creer en las terribles acusaciones, pero desde el escándalo la afluencia de personas a la catedral ha bajado, confirmó el párroco temporal, Douglas Viera. “Quizá unos se sientan defraudados, pero yo les quiero decir a esas personas que nuestra mirada tiene que estar en Cristo, Jesús”, comentó.

El prelado dijo que en la ciudad oriental ha habido un manto de desinformación y calumnias que dan miedo.

En cadena y ya interpuestas en el Ministerio Público (MP) están cuatro denuncias en contra del vicario de la iglesia Católica en el oriente del país.

Sin embargo, del paradero de Flores lo que más hay es especulación y hermetismo.

Desde el 4 de diciembre que fue hallado en el interior de la parroquia Perpetuo Socorro en Danlí e ingresado a una clínica privada de la zona para recibir atención médica en una herida en el cuello que presentaba, no se le ha visto por ningún lado.

El obispo de Danlí, José Antonio Canales, confió a este rotativo que se encontraba en Tegucigalpa, en un proceso de restablecimiento físico, mental y espiritual. Al consultarle ayer al canciller de la Iglesia Católica, el padre Carlomagno Núñez, sobre este extremo, dijo escuetamente: no sé, sinceramente. Transcendió que el religioso estaba interno en un hospital privado de la ciudad, sin embargo, al movilizar equipo periodístico la información obtenida fue negativa.

Las investigaciones
El MP mantiene la posición de citar a Flores para que se defienda de las acusaciones ya que las denuncias que se han presentado de manera formal ocurrieron hace más de 16 años y ese tipo de delitos prescribe a los cinco años.

Además están a la espera de testimonios de otras víctimas para seguir con el proceso investigativo y llegar o no a requerimiento fiscal.

“Estas denuncias que tiene son por actos de lujuria de víctimas cuando estaban niñas y esos delitos prescriben a los cinco años; mencionamos que será citado, por eso hasta el momento que se le requiera se le va a buscar”, reiteró Yuri Mora, portavoz del MP.

Mora agregó que no tienen conocimiento del paradero del sacerdote, pero se mantienen en constante comunicación con autoridades de la iglesia sobre él. Saíd Espinal, coordinador del MP en Danlí, aseguró que las denuncias interpuestas en diciembre de 2017 fueron remitidas a la Fiscalía Especial de la Mujer, donde ya hay un equipo de fiscales asignados al caso para verificar la veracidad de los hechos denunciados.

Expresó que según las denuncias las jóvenes que fueron objeto de actos inmorales por el párroco tenían en ese tiempo entre 8 y 10 años de edad.