Honduras

La distancia del terremoto salvó a Honduras de una catástrofe

La magnitud del sismo registrado la noche del martes fue de 7.6 grados en la escala de Richter, es decir que era altamente destructivo, ya que superó al registrado en mayo de 2009, que fue de 7.3 grados

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10.01.2018

Tegucigalpa, Honduras
Honduras se salvó de sufrir una gran catástrofe por la magnitud del sismo -7.6 grados en la escala Richter- registrado la noche del martes en el mar Caribe.

Para los expertos de la Comisión Permanentes de Contingencias (Copeco), Dios protegió a Honduras, porque el evento fue grande y capaz de causar graves daños en la infraestructura nacional.

El movimiento telúrico se originó por el roce de las fronteras de dos placas tectónicas, la de Norteamérica y la del Caribe, esta última pertenece a Honduras.

José Jorge Escobar, experto en sismología de Copeco, explicó a EL HERALDO que estas fronteras de placa son las responsables de producir el 90 o 95 por ciento de los sismos del mundo.

En el caso de Honduras, esta misma frontera de placa es la que produjo el sismo de 2009 con una magnitud de 7.3 grados.

La única diferencia del terremoto de 2009 con el del martes es que el epicentro en aquel año fue más cerca de la zonas pobladas de Honduras, es decir, a 64 kilómetros de Roatán, Islas de la Bahía y a 130 kilómetros al noreste de La Ceiba, Atlántida.

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Debido a esa cercanía fue que causó más daños, porque la energía se disipó más cerca de la población, pero en este caso, a pesar que fue de 7.6 grados, el epicentro se registró a una distancia más lejana.

Escobar detalló que el terremoto se registró a unos 270 kilómetros al noreste de la Islas de la Bahía y la distancia fue la que ayudó a que la energía de dispersara y que no llegara con fuerza a territorio hondureño.

Réplicas
Hasta la tarde de ayer se habían registrado seis réplicas arriba de cuatro grados, pero hay cientos de pequeños movimientos menores de cuatro grados que están ocurriendo alrededor de esa zona.

Juan José Reyes, jefe del Sistema de Alerta Temprana (SAT) de Copeco, explicó que afortunadamente el movimiento de este evento se realizó de forma horizontal y no vertical, situación que evitó que se generara un tsunami de gran altura, es decir, una ola que se introdujera en tierra firme y con mucha fuerza.


Copeco y los Bomberos hicieron ayer las evaluaciones de infraestructuras en las edificaciones de los departamentos de Islas de la Bahía, Atlántida, Cortés, Colón, Gracias a Dios y Olancho.

Asimismo, se ordenó una inspección en la central hidroeléctrica Francisco Morazán, El Cajón, y se restringió la navegación de embarcaciones de bajo calado y se consultó cuál era el estado del destacamento militar de las Islas del Cisne, donde reportaron que solo se habían asustado, pero todo estaba normal.

Reyes reportó que no hubo personas fallecidas, desaparecidas o heridas, solo se registró un bajo número de viviendas fisuradas en sus paredes, la mayoría en el sector de Olancho.

Lisandro Rosales, comisionado presidente de Copeco, refirió que “hay que darle gracias a Dios porque esta circunstancia pudo haber sido peor, hubo fisuras en paredes, daños menores, pero gracias a Dios no tuvimos vidas que lamentar”.

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