Ninguno de los “versados” en sondeos atinó sobre el inédito y escuálido resultado que oficialmente dio por ganador al presidente Juan Orlando Hernández Alvarado, en medio de un recuento de actas por parte de un pánfilo Tribunal Supremo Electoral (TSE) avalado por la comunidad internacional, pero rebatida por la Alianza de Oposición contra la Dictadura.
Un arqueo inicial dio por vencedor a Salvador Nasralla, candidato de la Alianza. Sus adictos lo cantaron “Presidente” junto al liberal Luis Zelaya, quien lo enalteció por su “triunfo” a pesar de que el exrector de Unitec un día antes había afirmado que él vencería por más de siete puntos.
Cada quien operó sus encuestas. A nadie le importó el despelote que se armaba en las calles por parte de frenéticos seguidores de la Alianza que exigían claridad y rapidez al TSE, opacado por la creencia del magistrado suplente Marco Ramiro Lobo, quien aseguró –faltando por contar más de siete mil actas- que el cálculo en favor de Nasralla era “irreversible”.
Lo dicho por Lobo –íntimo de dos olanchanos- avivó más los caldeados ánimos de cabezas y activistas de la Alianza que vieron “fraude” en medio de dimes y diretes. Pequeños, medianos y grandes negocios fueron víctimas del pillaje tras los disparates meditados por unos cuantos políticos que hace años le están metiendo fuego al país por pura ambición personal.
No cabe duda de que mentes malignas se prestaron para enlodar los resultados. Creemos que desde un inicio faltó mando en el TSE. Penosamente, el daño estaba hecho y, al final, los observadores nacionales con los internacionales validaron –hasta ayer- el gane de Hernández Alvarado por más de 50 mil votos. La Alianza –dijo Nasralla- no lo acepta y lo impugnará.
La Unión Europea y la Embajada Americana fiaron el fallo del TSE mientras Nasralla se autoproclamó presidente. Apenas inicia esta mayúscula tarea creada por “politólogos”, aventureros, ciertos periodistas y fieras de la política criolla. Los gringos facturan todo y pronto cargarán con unas ballenas que están fuera y dentro del poder. El imperio no da gratis ningún almuerzo.
Un arqueo inicial dio por vencedor a Salvador Nasralla, candidato de la Alianza. Sus adictos lo cantaron “Presidente” junto al liberal Luis Zelaya, quien lo enalteció por su “triunfo” a pesar de que el exrector de Unitec un día antes había afirmado que él vencería por más de siete puntos.
Cada quien operó sus encuestas. A nadie le importó el despelote que se armaba en las calles por parte de frenéticos seguidores de la Alianza que exigían claridad y rapidez al TSE, opacado por la creencia del magistrado suplente Marco Ramiro Lobo, quien aseguró –faltando por contar más de siete mil actas- que el cálculo en favor de Nasralla era “irreversible”.
Lo dicho por Lobo –íntimo de dos olanchanos- avivó más los caldeados ánimos de cabezas y activistas de la Alianza que vieron “fraude” en medio de dimes y diretes. Pequeños, medianos y grandes negocios fueron víctimas del pillaje tras los disparates meditados por unos cuantos políticos que hace años le están metiendo fuego al país por pura ambición personal.
No cabe duda de que mentes malignas se prestaron para enlodar los resultados. Creemos que desde un inicio faltó mando en el TSE. Penosamente, el daño estaba hecho y, al final, los observadores nacionales con los internacionales validaron –hasta ayer- el gane de Hernández Alvarado por más de 50 mil votos. La Alianza –dijo Nasralla- no lo acepta y lo impugnará.
La Unión Europea y la Embajada Americana fiaron el fallo del TSE mientras Nasralla se autoproclamó presidente. Apenas inicia esta mayúscula tarea creada por “politólogos”, aventureros, ciertos periodistas y fieras de la política criolla. Los gringos facturan todo y pronto cargarán con unas ballenas que están fuera y dentro del poder. El imperio no da gratis ningún almuerzo.
