Honduras

Alegría y esperanza en Nahuaterique tras jornada de solidaridad de EL HERALDO

La gratitud podía percibirse en el rostro de las personas que recibieron las donaciones de empresas, gobierno y donantes particulares

FOTOGALERÍA
12.11.2017

El Zancudo, Yarula
“¿Con la tarjeta de identidad o con el Dui?”,
preguntó María Nazaria Lazo, de 79 años. Al saber que necesitaría un documento hondureño para recibir la ayuda, la anciana de pies ligeros salió apresurada hacia su casa, minutos después regresó -cansada pero sonriente- con su tarjeta de identidad envuelta en una bolsa plástica, bien amarrada.

Ella estaba entre la multitud que desde tempranas horas esperaba la caravana de solidaridad promovida por EL HERALDO, que a las 4:06 de la mañana emprendió camino con cuatro vehículos cargados de víveres, ropa, cobijas y pupitres para los pobladores de los exbolsones de Nahuaterique y Dolores en el departamento de La Paz y para la gente de Zazalapa, en La Virtud, Lempira.

En Marcala ya esperaban los carros y camiones de la Secretaría de Desarrollo e Inclusión Social (Sedis) con sus propias donaciones.

Tras recorrer la escabrosa carretera entre La Paz y Marcala, el equipo de EL HERALDO, con el apoyo de elementos del Décimo Batallón de Infantería y de la Policía Nacional, ingresó a las 9:40 de la mañana a la fresca zona de El Zancudo, una de las 20 comunidades de Nahuaterique.

El ambiente estaba agitado de entusiasmo. En un lado la gente esperaba pacientemente sentada en la grama, mientras en el otro, los líderes de las comunidades corrían y gritaban tratando de organizar a su gente.

Las madres que llegaban a última hora preguntaban desesperadas dónde apuntarse.

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Unas 600

familias fueron beneficiadas con la campaña de solidaridad.

Entrega
La alegría que generaron las donaciones de las empresas Ditex, Wallmart de México y Centroamérica, Lacthosa Sula, gobierno central, ministro de la presidencia Ricardo Cardona, un donante solidario de San Pedro Sula y la Alcaldía Municipal del Distrito Central -que prestó dos camiones para el transporte- era visible en el rostro de decenas de personas que añoran una mayor atención estatal.

Los donantes pueden sentirse satisfechos de su solidaridad con estas personas, porque como decía el escritor inglés Charles Dickens: “Nadie que haya aliviado el peso de sus semejantes habrá fracasado en este mundo”.

Tras el arribo, una cadena humana, conformada por hombres, niños y mujeres, se formó de inmediato para bajar los víveres y otros cargaban en hombros las bolsas de ropa hasta una de las aulas del Centro de Educación Básica (CEB) Integración Centroamericana. Minutos después la ayuda comenzó a repartirse.

“Excelente la labor que hace EL HERALDO con la ayuda de empresas y del gobierno. Gracias. Es un gran ejemplo de solidaridad”, dijo Carlos Argueta, líder en la zona de El Zancudo.

Varios pobladores, hombres y mujeres, manifestaron que uno de los grandes problemas en la zona es la falta de empleo.

Lamentaron que el gorgojo descortezador del pino haya afectado el bosque, que en unos tiempos fue una alternativa de subsistencia, aunque se operaba con restricciones del gobierno hondureño.

Teófilo Nolasco, un anciano de 75 años que relató que nació en esa zona y morirá en ella, contó: “Aquí la vida ha sido muy triste, a veces se encuentra trabajo y a veces no. Cuando la gente siembra sus pedacitos de milpa lo buscan a uno como mozo”.

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Unas 5,000

personas viven en las 20 comunidades del exbolsón de Nahuaterique.

Antes a “uno le pagan 25 centavos de lempira por una tarea, ahora pagan cinco dólares, pero nadie da trabajo, por lo que la gente tiene que irse a otro lado en esta temporada, a cortar café”, contó el septuagenario.

El equipo de EL HERALDO y el personal de Sedis, de manera ordenada, repartieron la ayuda con el cuidado de que nadie se quedara sin recibir su ración de alimentos y ropa.

Así, el personal del gobierno entregó alrededor de 650 bolsas solidarias completas, 15 edredones, 300 juguetes, 30 pares de zapatos y un lote de revistas para los alumnos del CEB. Asimismo, los familias de este sector también recibieron unas 700 de las 1,000 cobijas donadas por el ministro Ricardo Cardona, pues el resto fue repartido en Dolores, y unas cinco mil unidades de ropa interior y camisetas que regaló la empresa Ditex.

Doña María Julia Gómez López, quien a las 5:00 de la mañana salió desde la comunidad El Carrizal, Santa Elena, para llegar a las 7:30 a El Zancudo, regresó a su casa feliz con el donativo que recibió.

“Vine porque don José Ángel Amaya me llamó, y estamos agradecidos porque somos gente con necesidades”, agregó la mujer indígena.

La caravana de la solidaridad promovida por el EL HERALDO salió a las -4:06 de la madrugada.

La caravana de la solidaridad promovida por el EL HERALDO salió a las 4:06 de la madrugada

Impacto
Luego que EL HERALDO, en septiembre recién pasado, publicara una serie de reportajes que revelaron el olvido y la pobreza en que viven las poblaciones de los exbolsones, la solidaridad empresarial comenzó a manifestarse.

Es que “aquí hay pobres y hay miserables, pero también hay gente que tiene sus cositas”, explicó Rodolfo Ramón Bulnes, miembro de la Comisión de Seguimiento Fronteras y Límites, quien labora en la zona desde el ocho de febrero de 1993, primero con el coronel Abraham García Turcios y actualmente con José Antonio Cuéllar

Según él, en esta zona no hay fuentes de trabajo, entonces la gente, para satisfacer sus necesidades, hace uso del recurso bosque, el cual ahora está limitado.