Honduras

Embajador de Cuba: 'El bloqueo tipifica como una acción de genocidio”

El embajador de Cuba en Honduras, Francisco Delgado, define como bloqueo el embargo de Estados Unidos a su país, por la gravedad, perjuicios y alcance extraterritorial del mismo

07.11.2017

Tegucigalpa, Honduras
El embajador de Cuba en Honduras, Francisco Delgado, afirma que ateniéndose a las normas y convenciones internacionales, el bloqueo del gobierno de Estados Unidos contra su país se tipifica como una acción de genocidio, concebida para aniquilar por hambre y miseria a una población entera.

Según Delgado, quien define el embargo contra Cuba como un bloqueo, por la gravedad, alcance extraterritorial y perjuicios que éste provoca, la idea de embargo puede interpretarse como una acción más limitada de prohibir el comercio entre dos países en conflicto o como sucede en el derecho mercantil, cuando una víctima de algún atropello es compensada por la justicia mediante el embargo de propiedades o bienes de su victimario, por mencionar un ejemplo.

“En el caso del diferendo entre Cuba y Estados Unidos, en efecto sus autoridades embargaron propiedades y cuentas bancarias propiedad del estado cubano, le prohibieron a Cuba que importara y exportara mercancías a EEUU, a sabiendas que más del 90% de nuestro comercio internacional se concentraba en ese entonces en el vecino país, pero no se limitaron a eso sino que además han aplicado una política de acoso económico sistemático y planificado aviesamente, de alcance extraterritorial, prácticamente de persecución por todo el mundo de cualquier transacción económica o comercial que tenga la palabra Cuba o que indirectamente aluda a mi país”, apuntó el diplomático.

Embargo o bloqueo
De acuerdo al embajador cubano este criterio no es solo de ellos, pues se trata de un asunto que se ha debatido en muchos lugares. Puede decirse que no hay país del mundo donde en estos 55 años que dura el bloqueo, no se hubiera expresado al respecto.

“Si nos atenemos a las normas y convenciones internacionales, el bloqueo tipifica como una acción de genocidio, porque está concebido para aniquilar por hambre y miseria a una población entera, es lo que dice la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de 1948, así es su nombre, pero además, es un acto de guerra económica, a tenor de la Declaración relativa al derecho de la guerra marítima, adoptada en la Conferencia Naval de Londres de 1909.

El diplomático reiteró “y cómo puede llamarse a una política diseñada para aniquilar por hambre y desesperación a todo un pueblo. Las intenciones y objetivos del bloqueo la establecieron los propios funcionarios norteamericanos que lo fundamentaron”.

Además, explicó que en un memorándum del 6 de abril de 1960, dirigido al presidente norteamericano y elaborado por el Departamento de Estado se indica claramente: “La mayoría de los cubanos apoyan a Castro (...) no existe una oposición política efectiva (...) el único medio previsible para enajenar el apoyo interno es a través del descontento y el desaliento basados en la insatisfacción y las dificultades económicas'.

“Estamos hablando de la aplicación sostenida en el tiempo de una estrategia concebida para lograr el aislamiento, la asfixia, para ahogar a un pueblo y llevarlo a claudicar de su decisión de ser soberano e independiente; allí está el concepto de bloqueo meridianamente, es decir, cortar, cerrar, incomunicar con el exterior para lograr la rendición del sitiado por la fuerza o por el hambre”, continuó.

Detalló que las medidas se han ido ampliando desde aquellos primeros años de confrontación. “Aludiendo a pretextos baladíes cada año el presidente de los Estados Unidos activa un mecanismo previsto en la Ley del Comercio con el Enemigo, norma aprobada en ese país en 1917, que le permite darle un viso de legalidad a esta arbitrariedad; el problema es que esa legislación según su propia letra se aplica para un país con el que EEUU está en guerra”.

Y “como es obvio nosotros no estamos en guerra con ellos, incluso tenemos relaciones diplomáticas plenas, pero le digo más, nunca salió ni saldrá una agresión o acto terrorista o como quiera denominarse desde territorio cubano hacia nuestro vecino. Podría añadirle que tal vez sea Cuba uno de los pocos lugares donde nunca se quemó una bandera norteamericana y el pueblo de ese país es respetado y acogido, como cualquiera de otra latitud, en virtud de la proverbial hospitalidad que nos caracteriza”, continuó.

Explicó que el recrudeciendo del bloqueo ha tenido momentos significativos como cuando se aprobaron las tristemente célebres Ley Torricelli, que intenta impedir el libre flujo marítimo a Cuba desde terceros países y la denominada Ley Helms-Burton, redactada con ínfulas de imperio frustrado, que rampantemente estableció sanciones para cualquier país que quiera tener relaciones económicas con Cuba.

“Esta última ley, como es lógico suponer, provocó el rechazo casi unánime del mundo, para mí fue el punto de no retorno del fracaso de la estrategia aislacionista que nos quisieron imponer. El repudio fue de tal dimensión que debido a las prerrogativas que la ley le concede al Presidente, este finalmente no ha podido aplicar sus aspectos más escandalosamente extraterritoriales y reñidos con el derecho internacional”, apuntó.

Foto: El Heraldo

Un informe afirma que el bloqueo ha provocado perjuicios por más de 130.178,6 millones de dólares.


El impacto
Delgado hizo un recuento con los últimos datos que según él muestran el impacto del bloquo. “Todos los años en el pleno de la Asamblea General de las NNUU se debate una resolución que presenta su Secretario General, a solicitud de Cuba, denominada “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba. En ella se reafirma, entre otros, los principios de igualdad soberana, no intervencionismo y no injerencia en los asuntos internos y la libertad de comercio y navegación internacionales. Asimismo, expresa la preocupación de la comunidad internacional en la aplicación de medidas dirigidas a reforzar y ampliar el bloqueo, por los efectos negativos sobre la población cubana y nacionales cubanos residentes en otros países”.

Detalló que en ese informe se afirma que desde su aplicación el bloqueo ha provocado perjuicios por más de 130.178,6 millones de dólares.

Solo en el sector de la salud Cuba ha sufrido pérdidas acumuladas en el orden de los 2.711 millones de dólares, en los sectores de la industria alimentaria y de la agricultura ascienden a 347.598 millones de dólares y en la educación el informe las calcula en 2.832 millones de dólares.

“Muchos nos preguntamos cuanto más hubiéramos podido hacer en Cuba, tierra con escasos recursos naturales y ubicada donde surcan las turbulentas aguas de la geopolítica mundial. Nos preguntamos qué tan fracasado es, como se escucha por ahí, el llamado modelo económico y social cubano si aún con este sistemático asedio hemos podido sobrevivir decorosamente, exponer un desarrollo científico, cultural, deportivo y un sistema de salud y educativo reconocido por el concierto de las naciones”, cuestiona el embajador.

Sobre la resolución, el diplomático manifestó que la votación se realizó el pasado primero de noviembre y la votación fue contundente a favor de la eliminación del bloqueo, es decir 192 países nos apoyaron, nadie se abstuvo y solo dos solitarios votos en contra, EEUU e Israel.

Respecto a la historia, probablemente el primer antecedente que tenemos se remonta al 24 de octubre de 1970, cuando las Naciones Unidas condenaron cualquier acto de agresión mediante la Resolución 2625, indicando que: 'ningún Estado puede aplicar o fomentar el uso de medidas económicas, políticas o de cualquier otra índole para coaccionar a otro Estado, a fin de lograr que subordine el ejercicio de sus derechos soberanos y obtener él ventajas de cualquier otro. Todo Estado tiene el derecho inalienable de elegir su sistema político, económico, social y cultural sin injerencia en ninguna forma por parte de ningún otro Estado”, explicó.

Delgado acotó que en 1992, el Secretario General presentó por primera vez la mencionada resolución. Desde entonces la Asamblea General de las Naciones Unidas la ha aprobado con creciente mayoría y el pasado año se logró por primera que hasta los propios Estados Unidos e Israel se abstuvieran, en un acto de elemental sensatez, con una cifra record de apoyo de 192 países, por tanto nadie en contra.

“Me han preguntado qué consecuencias tienen estas votaciones que en efecto no son vinculantes en términos jurídicos, sin embargo nosotros le damos un altísimo valor moral y político e incluso práctico, porque a la larga ha influido no solo en el resto del mundo sino en la propia población norteamericana, que según las últimas encuestas favorecen la normalización de las relaciones con Cuba y la eliminación del bloqueo en el orden del 73% y asimismo, los llamados cubanoamericanos en una cifra similar”.

Además que, “lo curioso de estos datos es que a pesar de más de 55 años de un auténtico bombardeo mediático contra Cuba, al que han sido sometidas generaciones enteras de esa población, finalmente la verdad y el sentido civilizatorio de las cosas se han impuesto”.

Cambio de política
Sobre el cambio drástico en la política del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, totalmente opuesta a la de su antecesor Barack Obama, Delgado manifestó que Obama tenía razón.

“Desde su perspectiva, él lo decía porque si el objetivo del bloqueo era destruir y aislar a la revolución cubana, a la postre eran ellos los que estaban literalmente aislados. Súmese que los Estados Unidos han terminado auto bloqueándose y se calculan en 6 600 millones dólares de pérdida para su economía, o lo que es más grave, la imposibilidad de acceder a medicamentos cubanos novedosos, como el que erradica la ulcera del pie diabético evitando las amputaciones, en una población que tiene 29,2 millones de personas con diabetes”, apuntó.

El diplomático cubano afirmó que “se dice que el señor Trump quedó de rehén de una camarilla de legisladores de origen cubano, con sede sobre todo en la Florida, que han vivido históricamente de lo que irónicamente se denomina la ‘industria sin humos de la contrarrevolución’ que por décadas ha dejado jugosos dividendos, sustraídos de los impuestos que los norteamericanos pagan, a un grupo de fanáticos anexionistas, que no tienen la menor idea ni les importan los intereses de la población cubana, incluso los que van quedando ni siquiera nacieron en Cuba”.

Según Delgado, lamentablemente no es la primera vez que la política exterior de Estados Unidos se subordina a los dictados de estos sujetos. Veremos que hace en definitiva la Casa Blanca el primero de noviembre, si vota contra los cubanos, incluido la mayoría de los que viven allí y en rigor contra el mundo, o desoye a estos grupúsculo. La historia dará su último veredicto recordando que nosotros no bloqueamos a los Estados Unidos, su política es unilateral por lo que el bloqueo debe ser erradicado, sin concesiones de ninguna índole.

El embajador dijo que agradecía la oportunidad de trasmitirles a sus lectores estas opiniones y “agradecer al pueblo hondureño y al gobierno el apoyo que siempre nos han brindado en esta larga batalla por la independencia y el derecho a existir de un pueblo con vocación solidaria, como es conocido por todos los hondureños. Esperamos que esta nueva votación, abrumadoramente contraria al bloqueo, contribuya a esclarecer a los que tengan dudas o a derrotar a los que quieren lo peor para mi país. Y reitero mi cariño a este noble país”.