Era una disciplina sagrada, un ritual que al final terminaba en sacrificio.
Con el rostro pintado y ataviados con plumas de guacamaya, dos equipos de cinco jugadores se enfrentaban durante 50 minutos en un duelo que consistía en hacer pasar una pelota de hule por un aro golpeándola con el puño, brazos, antebrazos, pecho, caderas y piernas.
Así era el juego de pelota de los mayas (Pok-ta pok) de Copán Ruinas y ese fue el nombre de la conferencia dictada por el especialista en temas arqueológicos y catedrático de la UNAH, Arnulfo Ramírez la Costa, en el marco del VII Congreso de Investigación Científica de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.
Luego de su disertación, en la que destacó los datos más relevantes de esta actividad de los mayas, Ramírez la Costa dio una entrevista a EL HERALDO, donde comparte los hallazgos del juego que practicaba esa milenaria civilización que se extendió desde México hasta Honduras.
¿Cómo era el juego de pelota de los mayas?
El juego se daba mediante el contacto y ataque con la pelota utilizando diferentes partes del cuerpo: las caderas, los glúteos, rodillas antebrazo, era un juego que requería habilidad y movimientos rápidos y especializados, era realmente un juego de resistencia física.
La pelota era de hule con un peso aproximado de 10 libras de hule sólido y ésta simbolizaba el sol de ahí que tenía que estar en constante movimiento por lo sagrado de este astro.
¿Cuántas personas jugaban y qué recibían de premio?
Jugaban entre 5 jugadores aunque hay evidencia de parejas contrincantes, es decir dos contra dos. Hay evidencia de que las mujeres también lo practicaron.
El premio no se sabe con exactitud, pero sí que los jugadores obtenían comida de los pobladores de la zona. Usualmente se les daba una especie de hacha de piedra u otro tipo de artefacto propio del juego de pelota.
¿Qué significaba para los mayas el juego de pelota?
Era un juego sagrado para sus rituales sobre todo agrarios, es decir cuando era el tiempo de cosechar, sembrar, preparar la tierra, pero también tenía fines religiosos, convenios, visitas de otros reinos, matrimonios, etc.
Era un juego sagrado o por lo menos así lo hacía notar el rey al pueblo tributario, ya que el mismo se llevaba a cabo en el Xibalbá o el inframundo de los mayas según la tradición del libro sagrado de los mayas el Popol-Vuh, que es la base mítico-religiosa del juego de pelota maya. El juego de pelota de Copán pasó por tres estadios sucesivos en su construcción.
¿Cuándo fue construido el campo de pelota de Copán?
El terreno de juego estaba enlosado y presentaba una inusual forma en I, cerrado en el lado norte por una amplia grada, encima de la cual se alzaba una estela.
A izquierda y derecha del campo, los dos planos inclinados se hallan coronados por cuerpos largos y bajos, subdivididos en estancias de pequeñas dimensiones que constituyen un elemento anómalo en el contexto arquitectónico de los edificios dedicados al juego.
El de la izquierda mira hacia el norte y es accesible por tres escaleras repartidas en tres lados. Esta cancha es privilegiada por su posición y porque conserva seis marcadores con la forma de una cabeza de guacamayo.
¿El juego implicaba algún sacrifico físico para quienes lo practicaban?
Se habla de los sacrificios humanos asociados al juego de la pelota como algo esporádico, pues los mayas lo que más sacrificaban eran animales para ofrendar la sangre a los dioses.
En el campo de pelota de Chichén Itzá hay evidencias grabadas del sacrificio humano, lo que posiblemente también sucedió en Copán. Pero desde el momento que no podían utilizar las manos y los pies en el juego eso ya implicaba un sacrificio físico para ellos.
¿Quisieron influir o dejar un mensaje a las futuras generaciones a través de este juego?
Los mayas fueron una cultura de tradiciones, por lo que una generación le heredaba a la otra y es así como había una continuidad en el conocimiento y esto hace que fueran dejando un legado a las futuras generaciones hasta el día de hoy, por lo que el juego de pelota era uno de estos legados.
Se jugó desde 1,000 y 1,350 antes de Cristo, básicamente en Guatemala y en México, en el estado de Chiapas, hasta la llegada de los conquistadores españoles que acabaron prohibiendo el juego por considerarlo demoniaco y perverso que atentaba contra la moral cristiana.
¿Cuáles son los hallazgos más significativos de sus investigaciones?
Tuve la oportunidad de trabajar en la excavación del popol-nah conocido como la casa del poder en el sitio arqueológico de Copán, esta casa era donde el rey se reunía con los principales asesores, líderes de su reino a tomar las decisiones para el destino de su pueblo.
Esta edificación fue hecha por el rey número 14 de Copán conocido como Humo-Mono que era el hijo de 18 Conejo más conocido como el rey de las artes y que gobernó Copán por espacio de 42 años consecutivos, siendo una de las épocas de oro de los mayas de Copán.
Fue en su gobierno donde se levantaron estelas de las más bellas del mundo maya así como la última versión del juego de pelota, aunque lastimosamente fue capturado por el rey de la ciudad maya tributaria de Copán y fue decapitado en Quiriguá, Guatemala.
¿Qué experiencias ha vivido durante sus viajes a otros países siguiendo la ruta maya?
Es que el mundo maya es muy extenso cubre varios países como México, Guatemala, Belice, El Salvador y Honduras, de los cuales he tenido la oportunidad de conocer, como la Riviera Maya.
En cada uno de estos países hay evidencia arqueológica de los mayas, hay campos de pelota, pirámides, cerámica policromada, uso de vidrio volcánico como ser obsidiana y su material más preciado, el jade verde; hay una similitud de costumbres, comidas y rituales.
Lo único que cambia es su geografía desde la Selva del Petén en Guatemala a la Selva Lacandona en México.
¿Cuál es la diferencia entre Copán Ruinas y otras ciudades de la ruta maya?
Para hacerlo más ilustrativo y comparándolo con algunas ciudades actuales, los primeros exploradores llamaron a Copán la Atenas del nuevo mundo en relación a la antigua Grecia de los filósofos griegos, y comparándola con las ciudades actuales se le considera la París de las ciudades mayas, ya que el trabajo escultórico de Copán es sin precedentes en el mundo maya, sus estelas tienen la escalera jeroglífica más grande del mundo maya con más de 2,200 glifos que cuentan la historia de 5 reyes de la dinastía real de Copán y con las estelas más estilizadas y decoradas hechas durante el reinado de 18 Conejo (la época de mayor florecimiento de la dinastía).
Por este exquisito arte la Unesco la declaró patrimonio de la humanidad en 1980.
