Opinión

Washington, Celac y polaridad

La realización de la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en Cuba, el discurso sobre el Estado de la Unión, del presidente Obama, en el que apenas se mencionó el tema de la migración y nada se dijo sobre las relaciones entre Estados Unidos y el resto de América; al igual que el ambiente previo a las elecciones del próximo domingo en El Salvador y Costa Rica, ponen de relieve realidades incuestionables, cambios de enfoque y los simbolismos o imitaciones de tales, tan propios de nuestra cultura, de nuestros pueblos.

A la Cumbre del Celac, realizada entre el martes y miércoles de esta semana en La Habana, asistieron 29 presidentes, incluyendo el de Honduras, Juan Hernández, lo que denota una gran capacidad de convocatoria para un organismo del que no forma parte Estados Unidos ni Canadá y que fue inspirado por el fallecido líder del Socialismo del XXI, Hugo Chávez.

La falta de eco para las denuncias de violaciones de los derechos humanos en Cuba o en Guantánamo, las raras coincidencias entre presidentes que están en las antípodas ideológicas, como el venezolano Nicolás Maduro o el chileno Sebastián Piñera, los devaneos del propio Castro con el capitalismo y su reencuentro con el redivivo PRI mexicano, quizás sean elementos claves en el clima de armonía prevaleciente en esa nueva cumbre latinoamericana, que muchos analistas consideran un éxito para Cuba.

Pero también hay coincidencias entre esa cumbre latinoamericana y algunas de las cosas que dijo Obama en su discurso ante el congreso estadounidense, como privilegiar la negociación, la diplomacia, antes que la guerra.

Y es que ahora, cuando no son los dictadores entrenados en las escuelas militares estadounidenses quienes toman las grandes decisiones sino gobiernos libremente electos, los dirigentes de la región, independientemente de su ideología, al momento de adoptar una posición regional buscan aquella que sea mayoritariamente respaldada por sus pueblos, por los votantes.

En este contexto, las elecciones de mañana domingo en El Salvador y Costa Rica, según las encuestas, tienen una alta carga de polarización entre la derecha y la izquierda, pero también de incertidumbre ya que al parecer en los dos países será necesaria una segunda vuelta electoral; pero en lo que respecta al proceso de integración latinoamericana, como lo demuestra la Cumbre de la Celac, tal polaridad se está esfumando ante los intereses compartidos.

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