Que un 26 de noviembre de 1979 que el empresario don Jorge J. Larach (QEPD) fundó un medio de comunicación impreso con sede en Tegucigalpa.
Aspiraba a que innovara el periodismo nacional bajo el principio de que, en todo momento y circunstancia, debía conducirse por los principios de la ética y la objetividad, responsabilidad y veracidad: así nació Diario EL HERALDO.
En esa iniciativa fue acompañado por un grupo de periodistas, algunos aún activos en el quehacer profesional, otros ya fallecidos.
De aquella fecha a la actualidad han transcurrido tres décadas y dos años en los que hemos ido ganando una creciente influencia en la opinión pública y una cada vez mayor aceptación gracias al compromiso permanente de ofrecer cotidianamente la verdad, por dura que sea, y pese a las intimidaciones y acosos que pretenden silenciarnos vía autocensura, algo a lo que jamás cederemos, ya que nuestro único compromiso es con el pueblo hondureño.
No podrán las amenazas hacernos callar, sean estas oficiales o privadas.
Gracias a la generosa acogida recibida, la circulación de este rotativo ha ido aumentando, siendo crecientemente leído en distintos puntos del territorio y extrafronteras, gracias a su versión digital. Cada vez recibimos más retroalimentación de nuestros lectores, vía sugerencias, comentarios, críticas, aportes escritos y gráficos. La permanente innovación tecnológica posibilita el mejoramiento cualitativo y cuantitativo de este rotativo, lo que nos ha merecido el otorgamiento de premios y galardones a nivel local e internacional.
Nuestros reporteros y camarógrafos, con una admirable voluntad de servicio a la comunidad, se desplazan a los cuatro puntos cardinales de Honduras al igual que a distintos países y continentes a efecto de localizar y divulgar las noticias doquiera se encuentren, no importando las distancias, incomodidades o condiciones climáticas. Ese trabajo en equipo, al igual que el sentido de responsabilidad y proyección social, ha posibilitado que EL HERALDO promueva campañas de solidaridad con nuestros semejantes menos favorecidos por la vida. Si es cierto que hemos avanzado significativamente en estos treinta y dos años, no por eso adoptamos una actitud complaciente: sabemos que nuevos retos y desafíos van surgiendo. Empero, tenemos fe que lograremos superarlos, con el generoso respaldo de nuestros lectores, anunciantes y distribuidores.