Opinión

Medios libres hacen sociedades saludables

La información es poder. Pocas personas pueden ganarse la vida, exigir rendición de cuentas a sus gobiernos y educar a sus hijos sin un suministro robusto de información que circula libremente.


Los ciudadanos necesitan noticias exactas, oportunas e independientes de las que puedan fiarse. Así también los negocios y los mercados. Y también los gobiernos.

Una prensa responsable y libre es un componente indispensable de una sociedad democrática. La libertad de los medios mantiene a las comunidades y a las economías dinámicas, activas y saludables.

Cuando se corta la libre circulación de noticias e información, las personas sufren. Las sociedades sufren. Y las economías sufren.

En el último año, el mundo presenció la promesa de, y la caída de, una prensa libre.

En todo Oriente Medio y Norte de África, periodistas, blogueros, cineastas y expertos ofrecieron una crónica de las protestas que se produjeron en la región, mientras que algunos ciudadanos armados con nada más que teléfonos celulares arriesgaron sus vidas para documentar la verdad -por texto, tweets y pixeles-.

Al hacerlo, ejercieron una libertad fundamental consagrada en la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, que indica que: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”.

No obstante, en momentos en que los pueblos de todo el mundo celebran el Día Mundial de la Libertad de Prensa, las amenazas contra los periodistas en Honduras van en aumento.

Mientras periodistas hondureños son libres de la censura gubernamental que plaga muchas otras naciones alrededor del mundo, demasiados periodistas de investigación son intimidados por exponer corrupción y otros actos criminales a través de amenazas de violencia.

Demasiados ataques y asesinatos de periodistas quedan impunes.

En Honduras no son los gobiernos los que atacan, intimidan y amenazan a los periodistas. Son las organizaciones criminales u oficiales corruptos.

Cuando se amenaza, ataca o se asesina a los periodistas, otros periodistas se autocensuran. Dejan de informar de las noticias. Reducen el tono de sus informes. Omiten detalles. Las fuentes dejan de ayudarlos. Sus redactores vacilan a la hora imprimir las historias. El temor reemplaza a la verdad. Y es la ciudadanía quien sufre.

En este Día de la Libertad de Prensa, Estados Unidos insta a todos los gobiernos y los dueños de medios a que tomen las medidas necesarias para crear un entorno en el que los periodistas puedan llevar a cabo su labor sin miedo a la violencia.


Urgimos a los dueños de medios, editores y periodistas siempre asumir su rol como defensores del interés público seriamente, conducirse de acuerdo a los más altos estándares éticos de su profesión, e informar sobre temas objetivamente y se libren de interés propio.


Rendimos tributo especial a aquellos valientes periodistas, blogueros y ciudadanos que sacrifican su vida, su salud o su libertad para que otros sepan la verdad. Y honramos el papel que desempeñan los medios libres e independientes en crear democracias sostenibles y sociedades libres y sanas.

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