Editorial

El Presupuesto

La presidenta Xiomara Castro ha aprobado en el Consejo de Ministros un proyecto de Presupuesto General de Ingresos y Egresos de la República para el año 2023 por 392,000 millones de lempiras, de los cuales 71,000 millones de lempiras se destinarían a la inversión social.

El incremento al presupuesto “es más que justificado, va dirigido a la gente y no a sectores privilegiados”, dijo la ministra de Finanzas, Rixi Moncada, al entregar el documento a la presidencia del Congreso Nacional. “Será un instrumento de legalidad y transparencia, una herramienta de lucha contra la corrupción”. Dijeron que el abultado presupuesto se financiará con los impuestos que ya paga el pueblo hondureño y con más deuda.

Aunque falta por conocer en detalle el desglose del proyecto de Presupuesto, hay que partir por considerar que un aumento como el propuesto no es malo, siempre y cuando se garantice un destino productivo y para la atención de sectores olvidados como la educación y la salud, y no solo para financiar los costos operativos del mismo gobierno y sus programas asistencialistas, que no son malos pero que tampoco son suficientes para ayudar a la gente a superar su pobreza.

Una línea importante por conocer una vez se socialice son las fuentes de financiamiento del mismo, ya que el incremento de 32,000 millones de lempiras respecto al que se ejecuta no está definido, aunque figuras gubernamentales indicaron que acudirán al endeudamiento interno y externo. La ministra Moncada había dicho previamente que no utilizarían más a la banca como fuente de financiamiento.

Para lograrlo, sin duda, que tienen un largo camino por recorrer, comenzando por asegurar la transparencia en el manejo de los fondos. Toca ahora a los diputados analizarlo y socializarlo antes de su aprobación; pero a la vez garantizar los mecanismos para el manejo transparente del mismo; que cierren las válvulas a la corrupción y aseguren que esta vez sí será el instrumento que el país requiere para comenzar a enderezar el camino hacia la senda del desarrollo y la disminución de las brechas de inequidad que han golpeado a la población históricamente.