A pocas semanas de las fiestas de Navidad y año nuevo, las autoridades sanitarias han reportado un incremento de contagios por covid-19 en el territorio nacional, lo que solo nos muestra que el virus sigue circulando y que debemos seguir observando las medidas de bioseguridad por todos conocidas para frenar su avance.
Los casos de covid habían observado desde septiembre una considerable reducción, lo que llevó a las autoridades sanitarias a cerrar varios de los triajes que se habilitaron a lo largo de la pandemia, y a la población a perderle el miedo al contagio, a tal grado que son muchas las personas que descontinuaron las medidas de contención del virus que han probado ser eficaces para mantener la seguridad de las comunidades, como las vacunas, la vigilancia, el uso de mascarillas y el distanciamiento social.
Según los reportes, el número de casos se incrementó en la última semana epidemiológica en 67%, y el 86% de los casos se registraron en el Distrito Central (Tegucigalpa y Comayagüela); y aunque hasta ahora no se ha confirmado la circulación en nuestro territorio de una nueva subvariante conocida como “perro del infierno”, los médicos no descartan que ya esté entre nosotros.
La OPS ha señalado en un comunicado que el incremento de casos en países como Honduras es motivo de preocupación y que eso debería mantener en alerta a las autoridades y a la población.” “La situación puede cambiar rápidamente. Cada vez que nos dormimos en los laureles con este virus, corremos el riesgo de un resurgimiento. No podemos bajar la guardia”, advirtió la directora del organismo, Carissa F. Etienne.
La responsabilidad de evitar el contagio es individual, por eso es importante en estos momentos cuidar de nuestras vidas, lo que se logra iniciando o cerrando los ciclos de vacunación y volviendo a cumplir con responsabilidad todas y cada una de las medidas de bioseguridad ya conocidas. El covid-19 no ha terminado, no demos por sentado lo contrario.
