Editorial

De regreso a la presencialidad

Tras los años de pandemia que obligaron a la educación virtual y semipresencial, al menos 90,000 estudiantes retornan hoy a clases presenciales en todos los campus de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH). El retorno a la presencialidad no ha sido fácil, pues a estas alturas hay sectores que todavía se niegan al inicio del proceso aduciendo que el covid-19 sigue golpeando a la población hondureña, aunque el número de casos que se reportan ha bajado considerablemente.

En medio de las dudas, este es un paso trascendental que permitirá enfrentar y minimizar los daños que causó el cierre del sistema educativo a miles de estudiantes en sus procesos de aprendizaje, así como la afectación en la salud física y mental, el desarrollo de sus relaciones sociales que han sido estudiados y documentados por los especialistas.

Hay mucho por hacer en la parte académica pero también en la búsqueda de aquellos estudiantes que se vieron obligados a descontinuar o finalizar sus carreras, e incluso, a quienes no pudieron cumplir con sus metas de ingresar a las aulas universitarias.

Las autoridades educativas, los docentes y los padres de familia deben entonces tener claro que el retorno no significa regresar a las aulas de clase bajo las mismas condiciones de marzo de 2020; hoy se trata de revisar el sistema en su totalidad, repensarlo, readecuarlo a los tiempos pospandemia; revisar la currícula, ejecutar planes que lleven a determinar el impacto académico del cierre del sistema por dos años consecutivos; identificar los niveles de conocimientos de los estudiantes y con base en ello trabajar en los procesos de nivelación.

Queda por delante un largo camino por recorrer, el que confiamos no vaya a ser alterado por la conflictividad política latente alrededor de la elección de las nuevas autoridades universitarias.