Editorial

Premio Nobel de la Paz a periodistas

El Comité Noruego del Nobel en Oslo otorgó el Premio Nobel de la Paz 2021 a los periodistas María Ressa, de Filipinas y Dmitry Muratov, de Rusia, en reconocimiento a “su lucha valiente por la libertad de expresión y sus esfuerzos por defender la libertad de opinión, condición indispensable para la democracia y la paz”.

Ressa y Muratov “representan a todos los periodistas que se pronuncian y luchan por la libertad de expresión en un mundo en el que la democracia y la libertad de prensa enfrentan crecientes condiciones adversas”, agregó el Comité.

Porque desgraciadamente, esas condiciones adversas en las que trabajan los homenajeados en sus países, son las mismas que enfrentan muchos más de sus colegas en casi todas las regiones del mundo.

Sin duda que con esta distinción, el Comité Noruego del Nobel ha reconocido no solo el trabajo de Ressa y Muratov, sino que, representados en ellos, la lucha de miles de periodistas más que alrededor del mundo día a día realizan su labor de informar en condiciones de hostilidad, alto riesgo y represión, enfrentándose a quienes buscan poner cortapisas a este derecho fundamental del ser humano y la democracia; y un homenaje a todos y cada uno de los que han sido asesinados en el ejercicio de su profesión y en defensa del derecho de las sociedades a la información.

Es, a su vez, un mensaje de esperanza para quienes desde diferentes trincheras siguen levantando esas banderas, convencidos de que, como lo establece la Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión de la Organización de Estados Americanos (OEA), la libertad de expresión es, en todas sus formas y manifestaciones, un derecho fundamental e inalienable, inherente a todas las personas. Es, además, un requisito indispensable para la existencia misma de una sociedad democrática.