Editorial

Recolectores y recicladores de desechos

Así como el personal de salud -profesional y auxiliar- es esencial, hoy más que nunca, atendiendo a personas con diversas patologías incluyendo infectados por el covid-19, arriesgando diariamente sus vidas y seguridad personal, al igual que bomberos, policías, personal de higiene y limpieza, no olvidemos a quienes, adultos y menores de edad, que se dedican, sea como asalariados o por cuenta propia, a la recolección y reciclado de residuos sólidos y líquidos altamente tóxicos.

El adecuado saneamiento ambiental es clave para impedir la propagación incontrolable de epidemias, al igual que la adopción de medidas básicas de aseo y bioseguridad, a nivel individual y colectivo, de carácter preventivo, lo que requiere alto grado de autodisciplina debiendo ser acatadas con carácter obligatorio para evitar consecuencias funestas para nosotros, nuestras familias y comunidades.

Los y las compatriotas dedicados a procesar basuras están expuestos cotidianamente a contraer enfermedades contagiosas, particularmente quienes frecuentan los crematorios y rellenos sanitarios en búsqueda de alimentos y objetos descartados para intentar, un día si y otro también, sobrevivir. Pertenecen a los estratos sociales incluidos en la categoría de pobreza extrema con ingresos mínimos.

Ello merecen no solo nuestro reconocimiento y respeto ya que laboran honestamente, se hacen acreedores a estímulos materiales que busquen mejorar su precario nivel de subsistencia. Organizarlos en asociaciones cooperativas es un medio expedito para proteger sus derechos humanos.

También ellos y ellas se encuentran en la vanguardia de la lucha contra la actual crisis sanitaria que vive el mundo, tanto en naciones ricas como pobres, con mayor intensidad en unas que en otras, casi todas afectadas por una segunda ola de contagios que está incrementando el número de enfermos y fallecidos, a la espera de que a la brevedad posible se cuente con vacunas previamente sometidas a controles que logren inmunizar masivamente a la humanidad.