Editorial

El Infop urge de reformas

No se puede negar que uno de los grandes problemas del Instituto Nacional de Formación Profesional (Infop) es la politización a la que ha sido sometida la institución por muchos años y que ello ha socavado a una de las instituciones más nobles de la administración pública. La historia está ahí para recordarnos cómo muchos políticos hicieron de la institución su agencia de empleos.

El mal manejo administrativo ha quedado evidenciado en las líneas de investigación abiertas por el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) hace un par de años, tras investigar denuncias de que mediante ampliaciones presupuestarias vía decreto legislativo se sustrajeron fondos.

Estas son situaciones que no deben seguir presentándose en una institución que debe modernizarse, ponerse a tono con las nuevas tendencias educativas y garantizar a sus estudiantes, que son su razón de ser, una educación de alta calidad, y al mercado laboral, trabajadores altamente competentes.

Caminar hacia ese objetivo debe ser prioritario y pasa por una administración ágil, con profesionales competentes que lleguen a administrar con transparencia la institución.

En este contexto, no hay razón válida para que aquellos que ostentan el poder se nieguen a entregar la administración de la institución educativa a un Consejo Directivo, tal como lo propone el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep).

Por el bien de la institución y de la juventud de Honduras es importante que esa propuesta se tome con seriedad y que los diputados las conozcan, las discutan y las aprueben antes de que concluya el presente año, para no entorpecer el inicio de las actividades académicas en 2020.

Porque ya es tiempo que los recursos del Infop se destinen a la educación de miles de jóvenes que sin importar las razones, solo tienen en esa institución la posibilidad de una opción de formación, capacitación y certificación para enfrentar los retos de la sociedad moderna. Las reformas del Infop no pueden esperar más.