Editorial

Tienen que actuar ya ante crisis del agua

Aunque muchos no lo crean, el cambio climático golpea con fuerza en Honduras. Como consecuencia de ello, varias regiones del país se enfrentan a severas sequías, el ganado muere por falta de alimentos y agua en el norte del departamento de Olancho, las represas que abastecen de agua la capital hondureña están en su mínimo nivel. Por la falta de agua se han perdido los cultivos agrícolas y de granos básicos en buena parte del territorio nacional y se presentan hundimientos de tierra en el occidente. Las temperaturas en agosto registraron incrementos de 2.5 grados en relación con los años anteriores, las plagas, como el gorgojo descortezador, siguen haciendo estragos en el bosque y lo nunca visto en el país, incendios forestales en el mes
de septiembre.

La situación es crítica, plantean los especialistas, y en el caso de Tegucigalpa los pronósticos no son nada alentadores, ya que según los pronósticos sí va a llover en los próximos días, pero no lo suficiente como para recuperar los niveles de las fuentes de abastecimiento.

Lo que está sucediendo en Tegucigalpa y en el resto del país obliga a las autoridades municipales y del gobierno central a priorizar el tema del agua en sus planes de gobierno de corto, mediano y largo plazo.

Esos planes deben incluir componentes de educación para hacer conciencia en la ciudadanía sobre la necesidad de preservar los recursos naturales y principalmente las fuentes de abastecimiento de agua y su uso adecuado y responsable, así como programas de asistencia alimentaria para las familias que sin duda no tendrán qué comer a consecuencia de la sequía. Además deben proceder a desempolvar los proyectos de construcción de represas en Tegucigalpa y otras regiones del país, sin olvidarse de los programas de reforestación a nivel nacional. Estas son solo algunas de las cosas que ellos saben que pueden y que están obligados a hacer.

Ya basta de dejar lo prioritario para mañana, no se olviden que sin agua no hay vida.