Un informe del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) hace una revelación que debe llamar la atención urgente de las autoridades gubernamentales, en relación con la desatención de un importante segmento de la población: los discapacitados.
Es un sector -dice el informe- que no está siendo tomado en cuenta en el sistema de salud pública, y citan, como ejemplo, que no existe siquiera una entidad interna para que coordine las políticas a favor de esta población.
La precariedad pasa por la escasa preparación del personal sanitario en su trato-abordaje hacia las personas con alguna discapacidad y en la inaccesibilidad en la mayoría de las instalaciones de los servicios de salud e inadecuado abastecimiento de medicamentos específicos para su atención.
La situación se complica porque el país ni siquiera cuenta con un censo detallado sobre el porcentaje de la población que vive con una discapacidad y mucho menos con planes o programas orientados a la prevención de la discapacidad, vista con un enfoque de ciclo de vida.
Se estima, sin embargo, que un 15% de los nueve millones de habitantes del país tendrían algún grado de discapacidad.
Estamos hablando de más de 1.3 millones de hondureños, hombres y mujeres, niños, niñas, adolescentes, jóvenes, que demandan de una atención especializada para sus problemas y el apoyo estatal para integrarse plenamente a la sociedad y a la vida productiva de la nación.
Estos son temas que deberían estar en la mesa de las máximas autoridades sanitarias y de la presidencia de la República .
Temas que deberían incluirse en los procesos de reformas al sector salud que claman actualmente médicos en huelga y la población en general, principalmente aquellos que solo tienen en el servicio público de salud una ventana para la atención de sus problemas de salud.
