Editorial

Los médicos cubanos

Los ciudadanos no podemos dejar pasar desapercibido el anuncio de que ha vencido la vigencia de un acuerdo con el gobierno de Cuba que amparaba la presencia de médicos de la isla en Honduras, y que han comenzado a partir, así, sin pena ni gloria.

Los cubanos vinieron a Honduras para tendernos la mano en uno de los momentos más difíciles de la historia del país, justamente tras el paso del huracán Mitch, que generó miles de muertes y millonarias pérdidas económicas. El país quedó postrado y los cubanos estuvieron allí para apoyar y atender a la población damnificada.

Mas tarde, se firmó un acuerdo para la formación de estudiantes hondureños en la Escuela Latinoamericana de Ciencias Médicas (Elam) en la que más de 1,400 jóvenes hondureños de escasos recursos económicos han logrado su sueño de graduarse de médicos y especializarse en distintas ramas de la medicina. Han sido más de 2,500 los médicos que en el marco de los convenios han llegado al país y prestado su ayuda a un pueblo con grandes carencias en su servicio sanitario. Ellos han llegado a lejanos sitios hasta donde los mismos médicos hondureños se negaban a ir.

Es por eso que el gobierno debería de informar oficialmente al pueblo qué está pasando con ellos, si el convenio está o no en revisión y si se va o no a renovar el mismo, y en el caso que así sea, dar a conocer el plan que tienen para cubrir las plazas que estaban atendiendo los cubanos allá tierra adentro.

La transparencia debe prevalecer en este, como en todo el accionar de la administración pública.

Tampoco estaría malo que si ya no se renovará el contrato, organicen una ceremonia oficial de despedida y agradecimiento a los profesionales cubanos y a su gobierno, que por años estuvieron aquí, poniendo sus conocimientos al servicio de los hondureños. Ser agradecido no es cuestión de ideologías.