Editorial

Cultura del abuso

¿Qué tan difícil será en un país como Honduras administrar los bienes públicos? Hacemos la pregunta porque día a día la sociedad es sorprendida con una o más noticias relacionadas con el manejo de la administración de los bienes y fondos públicos, que en muchos casos lindan con el abuso y la corrupción.

Denuncias que no deben pasar desapercibidas sino más bien tienen que ser seguidas con atención por los organismos contralores del Estado, los tribunales de justicia y principalmente la ciudadanía, que debe reclamar su derecho a conocer en detalle en qué y cómo se están gastando los funcionarios los
dineros públicos.

No puede pasar desapercibido, por ejemplo, que un contrato de seguridad suscrito por la estatal Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) con la empresa de seguridad denominada CNK se incrementó en un 140% de un año a otro.

Las autoridades de esa empresa deben una explicación al pueblo sobre las razones del abultado incremento por un contrato en los que este año se ofrecen los mismos servicios, incluyendo el mismo número de agentes de seguridad, que se daban el año pasado.

Al mismo tiempo, el presidente de la República debe pedir una explicación sobre este hecho y salir a informar al pueblo los detalles de
la negociación.

Una negociación que genera suspicacias y que viene a unirse a otras denuncias más en esa empresa, como la compra por varios millones de lempiras de un software que nunca se puso
en funcionamiento.

Como se viene planteando desde hace mucho tiempo, es necesario que los funcionarios entiendan que los bienes públicos están en manos del gobierno para que los adminitren correctamente, en aras del bien común. También es necesario que comience a generarse la cultura del buen manejo de los bienes y el dinero público en beneficio de toda la población, y se ponga punto final a la cultura de ver los mismos como parte del patrimonio personal o del partido que ostenta el poder.